Israel podrá deportar a miles de palestinos de Cisjordania

MADRID, 11 (EUROPA PRESS)

Una nueva orden militar que va a emitir Israel cuyo objetivo es impedir la infiltración de personas que puedan dañar la seguridad nacional y que entrará en vigor esta semana, en la práctica permitirá la deportación de miles de palestinos de Cisjordania o también podrán ser acusados de cargos que conllevan penas de cárcel de hasta siete años.

La nueva orden define a cualquiera que entre en Cisjordania de manera ilegal como un infiltrado como “una persona que está presente en la zona y no tiene un permiso legal”. La orden lleva la definición original de infiltrado, que data de 1969, hasta el extremo, mientras el término se aplicaba originalmente sólo a aquellos que permanecían en Israel después de haber pasado a través de países entonces clasificados como estados enemigos, como Jordania, Egipto, Líbano y Siria.

Así, cuando esta orden entre en vigor, decenas de miles de palestinos se convertirán automáticamente en delincuentes y podrán recibir diferentes castigos. Dadas las medidas de seguridad de la última década, es probable que los primeros palestinos que se vean afectados por esta medida sean aquellos cuyas tarjetas de identificación tengan direcciones en la Franja de Gaza --los que hayan nacido en Gaza y sus hijos nacidos en Cisjordania-- o aquellos que hayan nacido en Cisjordania o en el extranjero y que, por diferentes motivos, perdieron su estatus de residencia. También podrían verse afectadas aquellas mujeres de palestinos que hayan nacido en el extranjero.

Hasta ahora, los tribunales civiles de Israel han impedido de manera ocasional la expulsión de estos tres grupos de Cisjordania. La nueva orden, sin embargo, los colocará bajo la única jurisdicción de los tribunales militares, informa el diario israelí 'Haaretz'.

El lenguaje de la orden es general y ambiguo, estipulando que el término infiltrado también se aplicará a los residentes palestinos de Jerusalén, a los ciudadanos de los países con los que Israel mantiene vínculos de amistad y a los ciudadanos israelíes. Todo esto depende de la decisión de los comandantes israelíes en el terreno.

Se espera que uno de los grupos que resulte más dañado por estas nuevas medidas son los palestinos que se trasladaron a Cisjordania en virtud de la reunificación familiar. En 2007, como gesto de buena voluntad al presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmud Abbas, decenas de miles de personas recibieron tarjetas de residencia palestina. La AP distribuyó las tarjetas, pero Israel tenía control exclusivo sobre quién podría recibirlas. Sin embargo, miles de palestinos permanecen clasificados como “residentes ilegales”, incluidos aquellos que no son ciudadanos de ningún otro país.

La oficina del portavoz del Ejército indicó que “las enmiendas a la orden para impedir la infiltración, firmadas por el mando central, fueron publicadas como parte de una serie de manifiestos, órdenes y nombramientos en Cisjordania, tanto en hebreo como en árabe tal y como se requiere y se publicarán en las oficinas de la administración civil”. “El Ejército está preparado para implementar esta orden, que no pretende aplicarse a los israelíes sino a los residentes ilegales de Cisjordania”, afirmó esta oficina.