Israelíes y palestinos se comprometen a retomar las negociaciones de paz

Israelíes y palestinos se comprometieron este martes en la Conferencia de Paz de Annapolis, tras siete años de desencuentros, a reanudar las negociaciones que conduzcan al establecimiento de un estado palestino, que conviva con el israelí.

EEUU ha intensificado en las últimas semanas toda su capacidad diplomática para ayudar a que este martes, tanto el primer ministro israelí, Ehud Olmert, como el presidente palestino, Mahmud Abás, anunciaran un acuerdo.

Los dos mandatarios se comprometieron a reanudar las conversaciones el 12 diciembre, y a celebrar reuniones quincenales, que lleven a un acuerdo antes del que finalice 2008.

Aunque el comunicado se esperaba para el final de la Conferencia, sorprendentemente fue el presidente George W. Bush, el que anunció el acuerdo al inaugurar la reunión, que se celebra en la Academia Naval de Annapolis -capital del estado de Maryland-.

Al entrelazar sus manos con la de los dos líderes, Bush sellaba la reactivación del proceso, que se quedó estancado en 2000 cuando el entonces presidente estadounidense, Bill Clinton, intentó dar un nuevo impulso al mismo en la residencia de descanso de los mandatarios estadounidenses de Camp David.

Israelíes y palestinos decidieron en Annapolis retomar “inmediatamente” las conversaciones de paz con la mirada puesta en la creación de un Estado palestino independiente, como establece la Hoja de Ruta.

“Poner fin al derramamiento de sangre”

El comunicado contiene compromisos como el que se refiere a “poner fin al derramamiento de sangre” y propagar la “cultura de la paz y la no violencia”.

El compromiso alcanzado este martes indica que las conversaciones que comenzarán de inmediato se llevarán a cabo “de buena fe” y con la mirada puesta en “concluir un tratado de paz que resuelva todos los asuntos pendientes”.

En su discurso inaugural, el presidente Bush se comprometió a dedicar su esfuerzo, en lo que le queda de mandato, para lograr la “ambiciosa meta” de iniciar el camino hacia la paz.

“Les doy mi compromiso personal para apoyar su trabajo con los medios y la decisión del Gobierno estadounidense”, indicó tajante el presidente estadounidense, quien se mostró convencido de que llegará un día “cuando la libertad de paso a la paz que deseamos y la tierra que es sagrada para muchos verá la luz de la paz”.

A su vez, indicó que para lograr la libertad y la paz tanto israelíes como palestinos “tendrán que tomar decisiones estrictas” y que tanto Olmert como Mahmud “están dispuestos a afrontar temas difíciles”.

Por su parte, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abas, se mostró satisfecho por las posibilidades de paz que se han abierto en Annapolis, aunque insistió en que sólo será posible si se produce un cese total de la ocupación israelí.

En este sentido, precisó que Israel debe estar básicamente dispuesto a “poner fin a la ocupación de todos los territorios que están ocupados desde 1967, lo que incluye Jerusalén Este, así como el Golán sirio, y la zona del Líbano que sigue ocupada”.

Además, Israel debe estar dispuesto a “resolver el resto de los asuntos relacionados con el conflicto, especialmente el tema de los refugiados palestinos, su vertiente política e humanitaria”.

No obstante, Abas se mostró optimista sobre el resultado de las negociaciones.

“No me estoy excediendo si digo que nuestra región permanece ante una encrucijada que separa dos fases históricas, la fase previa a la conferencia de Annapolis, y la fase posterior”.

El primer ministro israelí, Ehud Olmert, compartió este optimismo, al asegurar que “ha llegado el momento” de alcanzar la paz y que Israel “la quiere”.

“Vine aquí, pese a las preocupaciones, las dudas y los titubeos, para decirle a usted, presidente palestino, Mahmud Abas, y a través suyo a su gente y a todo el mundo árabe: que ha llegado el momento”, dijo Olmert.

“Queremos la paz, exigimos acabar con el terror, la incitación y el odio. Estamos dispuestos a realizar un compromiso doloroso para llegar a todas estas aspiraciones”, dijo el primer ministro israelí, quien reconoció ser consciente de “todos los obstáculos que aún quedan en el camino”.