LONDRES, 5 (EUROPA PRESS/Eva Martínez Millán)
El Partido Laborista británico ha experimentado en las últimas horas una tendencia al repunte en los sondeos, que los sitúan de nuevo como grupo mayoritario en Wesminster, a pesar de no ser la fuerza más votada en los comicios que se celebran mañana en Reino Unido.
La 'Encuesta de encuestas', que hace una media entre todos los estudios demoscópicos, otorga a los de Gordon Brown 272 escaños, dos más que los que lograrían los conservadores. No obstante, éstos ganarían en apoyo popular, con un 35 por ciento de las papeletas, por el 29 por ciento que recabaría el Laborismo.
Los liberal-demócratas, por su parte, quedarían en la misma tercera posición que habían venido ocupando a lo largo de esta legislatura y, con un 27 por ciento de los votos, se harían con 79 escaños, 17 más que los que tienen actualmente.
La fluctuación es significativa, por cuanto restan menos de 24 horas para la cita más incierta en décadas. En cualquier caso, la corriente que se asienta en todos los sondeos es que la Cámara de los Comunes que resultará de este 6 de mayo carecerá de mayorías absolutas por primera vez desde 1974.
De cumplirse éstas previsiones se abriría un panorama de negociaciones que, subrepticiamente, ha comenzado ya en Reino Unido. Sólo Gordon Brown o David Cameron tienen posibilidades de pasar el verano en Downing Street, pero es Nick Clegg quien podría tener la clave para sentenciar su futuro. El que no sea primer ministro, probablemente tampoco continúe al frente de los suyos en los próximos meses.
MÁS ENCUESTAS
No obstante, otra de las encuestas publicadas hoy, en este caso realizada por YouGov, es más determinante para el Laborismo, puesto que le otorga hasta 288 asientos del total de 650 que la Cámara baja tendrá este nuevo mandato. La ligera remontada del partido lo llevaría a hacerse con el 30 por ciento de apoyo popular, aún así, inferior al 35 por ciento que, nuevamente, se vuelve a estimar para los conservadores.
En este escenario, los 'tories' quedarían a 27 escaños, con 261; mientras que, los que más sufrirían el desgaste serían los liberaldemócratas, que quedarían con el 24 por ciento de votos, notablemente por debajo del 30 por ciento que llegaron a disfrutar en su pico de popularidad durante la campaña que hoy llega a su fin. Con este 24 por ciento, las actas para los de Clegg serían 72.
La clave de esta aparente incongruencia está en el peculiar modelo electoral británico, donde la representación parlamentaria responde a un diputado por circunscripción. En consecuencia, el poder corresponde al grupo que obtiene más escaños, una ecuación que no tiene por qué equivaler al porcentaje de apoyo popular y que, de cumplirse, podría poner al Laborismo en una complicada conyuntura en la que el descabezamiento del líder podría ser el precio por mantener el poder.
REACCIONES
Precisamente éste es uno de los objetivos del voto útil que, hasta ayer, no se había materializado como una llamada real para privar a David Cameron del número 10. Como explicación, valga la traducción de los resultados de 2005. Cada asiento en los Comunes le costó al Laborismo 27.000 votos, a los 'tories' 44.000 y a la tercera fuerza, hasta 97.000. Aunque este año las circunscripciones han cambiado y se han ampliado en cuatro, hasta las 650, la aritmética electoral continúa penalizando a la oposición, que necesita más papeletas para mejorar su representación en el Parlamento.
Los cálculos, en este caso, están además a expensas de la importante cesta de indecisos que, ante lo apretado de las cifras, podrían ser claves para decidir el próximo inquilino del número 10. Como prueba, hace tan sólo dos días un sondeo de ComRess daba a los conservadores 289 escaños en Westminster, en virtud de un 37 por ciento del apoyo. Los laboristas quedarían a siete puntos y lograrían 258 diputados; por los 75 que se llevaría la tercera fuerza, gracias al 26 por ciento de las papeletas.
También juega un papel fundamental, no ignorado por los partidos, las consideradas circunscripciones marginales, unas 100, en las que estaría la llave para el color político del próximo Ejecutivo. Hasta un tercio de los votantes en estas plazas determinantes tampoco sabrían aún por quién apostar y los que lo han decidido otorgan un empate técnico a conservadores y laboristas, con un 36 por ciento.