''Para llamar a Europa, el teléfono es el de Van Rompuy''

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, dejó claro este viernes que en caso de que la UE deba afrontar una grave crisis internacional el teléfono que “debe sonar” es el del nuevo presidente permanente de la Unión, el belga Herman van Rompuy. “Para eso hemos instituido la figura”, dijo en rueda de prensa en el Palacio de la Moncloa junto a Van Rompuy y al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.

Los tres mandatarios se reunieron en Madrid en el arranque oficial de la presidencia española de la UE y tuvieron que responder a preguntas de los periodistas sobre el reparto de papeles entre la presidencia de turno y el nuevo presidente permanente del Consejo. Zapatero recordó que, creando este nuevo puesto, la Unión da respuesta a la pregunta que una vez planteó en tono irónico el entonces secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger: ¿A qué número hay que llamar para hablar con Europa?

Para Zapatero, este asunto de las relaciones internacionales tiene ahora “una claridad mucho mayor”. “Para eso hemos instituido la figura, para que pueda haber alguien que represente y administre, durante el tiempo de su mandato y de manera coordinada lo que puede ser una situación de una grave crisis”, argumentó.

Van Rompuy, que respondió antes a la pregunta, se había mostrado mucho más cauto afirmando que “el mundo es más complicado que eso” y que, en caso de crisis, lo primero que haría sería convocar al Consejo Europeo para buscar “cuanto antes un consenso”, tal como hizo en su momento el presidente francés, Nicolas Sarkozy, ya que durante su presidencia de turno se desencadenó la crisis financiera.

“No vivimos en una especie de dictadura, vivimos en una democracia”, justificó Van Rompuy, subrayando que en una democracia “no decide un solo hombre o una sola mujer”. Es más, puso como ejemplo al presidente de Estados Unidos y dijo que su posición sobre el cambio climático tiene en cuenta la opinión del Parlamento de su país. “Si tomamos una decisión, la tomamos juntos”, remachó.

Pese a las cautelas de Van Rompuy, Zapatero dejó claro que éste presidirá “siempre” los actos europeos y explicó que si él era quien ocupaba este viernes el puesto central en la tribuna de la sala de prensa es porque, como anfitrión, la reunión la presidió él.

Es más, bromeó cuando un periodista le preguntó si el hecho de que él estuviera en el centro tenía algún significado político. Zapatero le replicó que está claro que él no está en el “centro ideológico”. “Estaría varias tribunas más allá”, dijo riendo y señalando a la izquierda, dado que tanto Barroso como Van Rompuy pertenecen a partidos democristianos.

Cumbre en Febrero

Los tres dirigentes insistieron una y otra vez que el Tratado de Lisboa deja claro el reparto de papeles entre todos ellos, reiteraron que trabajan y trabajarán estrecha y coordinadamente, empezando por la convocatoria de la Cumbre informal sobre economía y empleo que se celebrará el 11 de febrero en Bruselas.

Van Rompuy explicó que antes de convocar esa cita consultó con la Comisión y con la presidencia española --el pasado diciembre, cuando no había empezado aún formalmente el semestre español y que las propuestas que él haga las consultará con el Madrid. Zapatero aseguró que el presidente permanente tenía su pleno consenso para convocar esta cumbre.

El jefe del Ejecutivo español añadió que, a raíz de esa Cumbre, a la Comisión Europea le corresponderá elaborar la estrategia económica (conocida como Europa 2020) y que la presidencia española está aportando ya ideas tanto para la cumbre como para esta estrategia.

Según dijo, estas ideas las expondrá el próximo 20 de enero cuando comparezca ante el pleno de la Eurocámara en Estrasburgo. De hecho, mencionó que el Parlamento europeo tendrá también un papel clave en aprobar la Estrategia 2020, y que así lo ha subrayado Barroso.