LONDRES, 10 (Reuters/EP)
La policía británica se ha comprometido a llevar a cabo una investigación después de que el príncipe Carlos, heredero al trono, se viera inmerso en los peores disturbios en años debido a las protestas estudiantiles por la subida de las matrículas universitarias.
Líderes estudiantiles han convocado nuevas manifestaciones, pese a que el Parlamento aprobó por un escaso margen el controvertido incremento el jueves, en una votación que dividió a la coalición del Gobierno británico.
Fue la primera prueba seria de la determinación de la coalición a la hora de llevar a cabo medidas impopulares para reducir el déficit presupuestario, que ha alcanzado una cifra récord en tiempos de paz.
La decisión de aumentar las matrículas provocó una rebelión entre legisladores de los Liberales Demócratas de centroizquierda, el socio más pequeño de la coalición, pero el secretario de Negocios Vince Cable, miembro de este partido, dijo que el Gobierno emergerá más fuerte.
El primer ministro David Cameron condenó la violencia y expresó su preocupación por un grave fallo en la seguridad real, que permitió que la limusina en que viajaban el Príncipe Carlos, hijo mayor de la reina Isabel II, y su esposa Camila, fuera rodeada por los manifestantes.
Los manifestantes rociaron pintura y rompieron una ventana del vehículo, pero la pareja salió ilesa, aunque visiblemente alarmada.
El jefe de la policía de Londres, Paul Stephenson, “investigará lo sucedido en las calles de Londres y en especial lo que sucedió con el príncipe de Gales (Carlos)”, dijo Cameron frente a su residencia en Downing Street.
“Tenemos que aprender lecciones de esto. Fue un accidente muy lamentable”, agregó. Cameron dijo que un número significativo de manifestantes estaban decididos a protagonizar actos violentos y destrozar propiedades, agregando que “todo el peso de la ley” caería sobre ellos.