BAGDAD, 30 (Reuters/EP)
El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, criticó este viernes a su principal rival en las últimas elecciones celebradas en el país por solicitar una intervención extranjera, y denunció lo que calificó como el deseo de los países occidentales para realizar un golpe de Estado a través de las urnas.
Las palabras de Al Maliki se suman a una crisis política espoleada por los intentos de los grupos chiíes, incluido el bloque del primer ministro, para dar la vuelta a las elecciones del pasado 7 de marzo.
La lista liderada por el ex primer ministro Iyad Allawi, la alianza Iraqiya, pidió esta semana una supervisión internacional del Gobierno después de que el resultado electoral se viera amenazado por el recuento de votos en Bagdad. Iraqiya acusó al Gobierno de Al Maliki de intentar marginarlo y afirmó que la comunidad internacional debería organizar nuevos comicios.
Las tensiones políticas y el punto muerto después de los comicios han dejado la frágil estabilidad del país vulnerable a los ataques de la insurgencia. Los atentados contra los puestos de control, una licorería y las zonas chiíes de Bagdad han terminado con la vida de decenas de personas en la última semana. Al Maliki indicó este viernes que la postura de Iraqiya dañará la soberanía de Irak.
“Esto deja claro que hay un proyecto regional e internacional que quiere realizar un golpe de Estado a través de las urnas. ¿Por qué si no habría todas estas quejas y lamentos en todo el mundo sobre la cuestión del recuento?”, afirmó Al Maliki en Kerbala.
La coalición Estado de Derecho de Al Maliki consiguió dos escaños menos que la lista de Allawi. Alegando fraude, el bloque de Al Maliki consiguió un recuento de 2,5 millones de votos en Bagdad que podrían dar la vuelta al liderazgo de Iraqiya.
Los líderes de Iraqiya, incluido Allawi, han estado visitando los países vecinos para conseguir apoyo de las potencias regionales. Así, Allawi se ha reunido con los dirigentes turco y egipcio.
“Mirad a esas delegaciones que viajan a países pidiéndoles que interfieran en una cuestión nacional en la que nadie debería interferir”, afirmó. “Algunos intentan tentarnos y nos dicen: dejad a un lado el recuento y os daremos esto o lo otro; y otros nos dicen que lanzarán cohetes sobre la Zona Verde si el recuento prosigue”, afirmó, en referencia a la zona diplomática y gubernamental en Bagdad. “Yo digo a todo el mundo que respete la voluntad y la soberanía de Irak”, añadió.