El Gobierno de Yemen anunció este miércoles la muerte de cuatro presuntos miembros de la rama yemení de Al Qaeda, sospechosos de estar implicados en el atentado que en julio causó la muerte de ocho turistas españoles en Mareb, 170 kilómetros al este de Saná.
Los cuatro terroristas fueron abatidos en una zona montañosa de esta misma provincia, en una operación realizada por el Ejército en cooperación con un comando de las fuerzas antidisturbios, que perdieron un agente, mientras que otro resultó gravemente herido.
“La campaña policial comenzó hacia las 08.00 hora local (05.00 GMT), con apoyo de tres helicópteros de las Fuerzas Armadas, en la zona de Al Suheil”, cercana a la región de Samraa, en el sur de Mareb, dijo el gobernador esa provincia, Aref al Zuka.
Asimismo, reveló que dos de los terroristas abatidos este miércoles son Ali Bin Ali y Qasem Yahya Mahdi al Reimi, cuyos nombres y fotos fueron publicados el día 2 junto con las de otros ocho hombres supuestamente involucrados en el atentado de Mareb, incluidos los del suicida.
Según las autoridades, esas diez personas fueron las que planificaron y ejecutaron el ataque contra los turistas, en el que murieron también dos ciudadanos yemeníes, mientras que otros seis españoles y seis yemeníes resultaron heridos.
Las autoridades han identificado como Abdu Mohamad Sad Ahmad Reheqa, un joven de 20 años, al suicida que empotró su coche cargado de explosivos contra el convoy de los turistas españoles frente a un histórico templo de esa ciudad turística.
Un undécimo cómplice, el egipcio Ahmed Basiuni Dueider, quien ofreció apoyo logístico a los demás miembros del grupo, fue abatido el 4 de julio en un tiroteo con las fuerzas de seguridad en un barrio del oeste de Saná.
Al Reimi, uno de los cuatro muertos este miércoles y cuyo nombre figuraba en la lista de los más buscados en Yemen, había huido en febrero de 2006, junto a otros 23 miembros de Al Qaeda, de una cárcel de las Fuerzas de la Seguridad del Estado en Saná.
El Gobernador de Mareb señaló, por otro lado, que las autoridades aún intentan identificar a los otros dos presuntos terroristas fallecidos hoy en la campaña policial en Suheil, cuyos cadáveres quedaron totalmente calcinados.
Según dijeron fuentes policiales, en los enfrentamientos de Suheil fueron utilizados varios tipos de armas, incluidas granadas de mano y lanzagranadas R.B.G, y que otros tres presuntos terroristas han sido detenidos.
Ese área, conocida como feudo de traficantes de drogas y grupos terroristas, está situada dentro de la región de influencia de la tribu Obeida, en la carretera principal entre Mareb y Saná.
Los jefes de esa tribu, así como de otro influyente clan de Mareb, Al Ashraaf, se han comprometido el pasado domingo en una reunión con el presidente del país, Ali Abdulá Saleh, a ayudar en la detención de los autores del atentado contra los turistas españoles.
El mandatario yemení elogió la “excelente y rápida” actuación de las fuerzas de seguridad, mientras se comprometía a erradicar las “células terroristas” de este país conservador de naturaleza tribal del sur de la Península Arábiga.
Saleh hizo esta promesa durante una ceremonia de graduación de decenas de policías que se incorporarán a los miles de efectivos que el Gobierno de Saná planea desplegar en las distintas provincias del país en el marco de un nuevo plan de seguridad.
La declaración de Saleh y la operación policial en Mareb coinciden con una campaña de los ministerios de Turismo y Cultura, destinada a mejorar la imagen de Yemen en Occidente y reavivar la industria del turismo tras el ataque contra los españolas, el primero de este tipo contra turistas en Yemen.
Uno de los aspectos de esa campaña turística es el Festival de Verano de Saná, entre cuyas actividades Saná ha sido testigo de los primeros dos desfiles de moda en su historia -este martes y el 1 de agosto-, acompañados de música, bailes folclóricos y canciones típicas de cada una de las 26 provincias del país.