Dos atentados destruyeron este miércoles cuatro mezquitas suníes al suroeste de Bagdad, al parecer en una operación de venganza por el ataque de la mañana de este miércoles contra un importante santuario chií al norte de la capital.
Según informaron fuentes policiales, un grupo armado destruyó totalmente con artefactos explosivos la Gran Mezquita de la ciudad de Al Eskandariya, ubicada a 60 kilómetros al suroeste de la capital.
Poco después, otro grupo de desconocidos causó daños de consideración en la mezquita Abdulah al Yaburi, con una carga explosiva que ocultaron en la puerta del recinto, también situado en la misma ciudad.
Las fuentes dieron por hecho de que esos ataques fueron perpetrados en venganza por el atentado que la mañana de este martes contra el mausoleo de los imames Ali al Hadi y Hasan al Askari en Samarra, uno de los principales santuarios chiíes.
La explosión sucedió a las 09.00 hora local (05.00 GMT) y derrumbó uno de los minaretes del templo, según las fuentes, que añadieron que antes del atentado cayeron proyectiles de mortero sobre el lugar.
Tras este atentado, el Gobierno iraquí decretó el “toque de queda indefinido”, en previsión de ataques de venganza por parte de extremistas chiíes contra los suníes, según informó un comunicado del primer ministro iraquí, Nuri al Maliki.
El ataque contra el mausoleo de Samarra, tuvo lugar en el mismo templo que un grupo de desconocidos bombardeó el 22 de febrero de 2006, lo que desencadenó la ola de violencia confesional que afecta desde entonces a Irak.
Después de aquel atentado, se desató una violenta reacción por parte de grupos de la mayoría chií del país, que lanzaron varios ataques contra mezquitas suníes.