Dos miembros del brazo armado de Al-Fatah murieron y cuatro miembros de las fuerzas de seguridad israelíes resultaron heridos este sábado en una emboscada de la milicia en Jerusalén Oriental en respuesta a la ofensiva israelí. Un tiroteo se inició cuando los dos milicianos se acercaron armados con pistolas al muro de separación a la altura del barrio de Sheik Said y comenzaron a disparar a los agentes israelíes, explicó el portavoz policial, Micky Rosenfeld.
Al-Basheer, una facción hasta ahora desconocida de las Brigadas de Mártires de Al-Aksa, brazo armado de Al-Fatah, ha reivindicado la acción en un comunicado.
Los heridos, dos de ellos graves, son dos policías de fronteras y dos guardas del muro de seguridad, precisó Rosenfeld, quien agregó que también resultó herido grave un transeúnte palestino que se vio atrapado en el tiroteo.
Esta emboscada llega después de que el Ejército israelí arrestase a un ministro de Hamas y matase a cinco miembros de fuerzas leales al movimiento islamista.
Tras estas acciones, su brazo armado advirtió de que la comisión de atentados suicidas es “cuestión de tiempo”.
Para el primer ministro palestino, Ismail Haniye, de Hamas, la ofensiva israelí que entra hoy en su décimo día es una “auténtica guerra” dirigida a “frustrar” al pueblo palestino, “extorsionarle y forzarle a aceptar órdenes del exterior”.
“Sin embargo, esta agresión no logrará sus objetivos y traerá peligrosas consecuencias”, dijo en un comunicado de su oficina, difundido después de que cuatro bombardeos israelíes mataran a cinco miembros de las fuerzas auxiliares del movimiento islamista e hirieran a otros seis palestinos.
Aviones militares israelíes atacaron en la mañana de este sábado en menos de una hora cuatro instalaciones de esas fuerzas -también llamada ejecutivas y creadas tras el ascenso al poder de Hamas en marzo del pasado año- en el sur y el oeste de la ciudad de Gaza, así como en el oeste de Jan Junis y en Rafah, ambas al sur de la franja, según testigos y fuentes de la seguridad palestina.
Los dos primeros bombardeos, registrados en el densamente poblado barrio de Zeitún y en el oeste de la ciudad, produjeron grandes explosiones y un intenso humo, visible desde lejos, según testigos. Los ataques en Jan Junis y Rafah no causaron víctimas.
Tras la ofensiva, el portavoz de las Brigadas de Azedin Al-Kazem, brazo armado de Hamas, Abu Obaida, aseguró en un comunicado que el “inicio de las operaciones de martirio (atentados suicidas)” en Israel y los territorios palestinos “son cuestión de tiempo”.
Las Brigadas lanzaron en la tarde del sábado tres cohetes artesanales en el desierto israelí del Neguev, sin causar heridos, aunque uno de ellos ocasionó importantes daños materiales.
Además, reiteraron su amenaza de secuestrar más soldados israelíes y aseguraron que el cabo Guilad Shalit, cautivo desde el pasado junio, no será liberado si el Ejército mata a dirigentes islamistas.
Previamente, la rama política de Hamas había advertido a Israel de las consecuencias que tendría dañar a Haniye, después de que dos bombas cayeran en una carpintería y una garita de vigilancia cerca de su domicilio en el campo de refugiados de Shatit, en la costa de la ciudad de Gaza.
“Responsabilizamos plenamente a la ocupación (israelí) de las consecuencias de toda locura que cometa contra cualquier símbolo de la legitimidad palestina”, indicó en un comunicado.
Un portavoz militar subrayó que el dirigente islamista, que está en el punto de mira de Israel, no era el objetivo de estas acciones, sino edificios empleados por Hamas en la capital de la franja.
Varios ministros han afirmado en los últimos días que todos los dirigentes de Hamas, incluido Haniye, pueden ser blanco de los ataques aéreos israelíes en represalia por el lanzamiento de cohetes Al-Kasam.
Otro miembro de Hamas, el ministro sin cartera Wasfi Qubaha, se había convertido a primera hora de la mañana en el segundo islamista del Gobierno palestino de unidad nacional arrestado por Israel esta semana.
Varios militares israelíes rodearon con todoterrenos la casa de Qubaha en Jenín, al norte de Cisjordania, y, tras media hora de registro, la abandonaron con él arrestado, informaron testigos y su familia.
Una de sus hijas precisó a la prensa que los soldados confiscaron el ordenador portátil y varios documentos tras registrar la habitación de su padre, de 43 años de edad y que ya fue detenido durante un mes el pasado año en una acción similar.
El jueves, el Ejército había arrestado al ministro de Educación, Naser ed-Din Ashaer, en una redada en Cisjordania contra 33 miembros de Hamas, incluidos tres diputados y cinco alcaldes, y asaltó las oficinas del Ministerio del Wakf (santuarios islámicos), también controlado por Hamas.
Israel considera estas detenciones “un mensaje a las organizaciones militares” palestinas para que “cesen de disparar (desde Gaza) cohetes Al Kasam contra la población civil” en el sur de Israel, según dijo el ministro de Defensa, Amir Peretz.
Los 230 proyectiles artesanales lanzados por milicianos palestinos desde el 15 de mayo causaron un muerto y varios heridos, informó este sábado el Ejército israelí, mientras que las operaciones aéreas israelíes provocaron 44 muertos y más de 170 heridos palestinos.