EL CAIRO, 10 (Reuters/EP)
Más de un millar de personas continúan acampados desde el sábado en la emblemática plaza Tahrir para exigir el procesamiento de los dirigentes del régimen del ex presidente Hosni Mubarak a pesar de las advertencias del Ejército, que el sábado amenazó con dispersar por la fuerza la protesta en cumplimiento del toque de queda en vigor.
Sin embargo, las fuerzas de seguridad han levantado controles y alambradas en las calles que llevan a la plaza Tahrir, epicentro de las protestas que provocaron la dimisión de Mubarak, que entregó el poder al Ejército el pasado 11 de febrero.
“¡Revolución! ¡Revolución”, clamaban de nuevo este domingo los manifestantes. “Lo que queremos es un gobierno civil”, reclamaba una de las pancartas erigidas en torno a las tiendas de campaña de la protesta. “Derroquemos al ministro de Defensa”, animaba otra, en referencia al ministro y presidente del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas que asumió el poder tras la marcha de Mubarak, Mohamed Husein Tantawi.
La protesta se ha intensificado a pesar de la violencia de la noche del viernes al sábado, cuando los militares dispersaron a los manifestantes a las 2.00, hora del inicio del toque de queda. Entonces murieron dos personas y otras trece personas resultaron heridas por los disparos del Ejército.
En la plaza queda uno de los vehículos militares calcinados durante los disturbios de la noche viernes, un recordatorio de la violencia, pero los propios manifestantes recogían este domingo la basura y piedras acumuladas en la zona.