El primer piso del edificio de la Bolsa de Valores, situado en el Central World de Bangkok -el segundo centro comercial más importante del sureste de Asia-, ha sido pasto de las llamas, según informaron los bomberos y el presidente de la Bolsa.
Algunas partes de Bangkok están sufriendo cortes eléctricos, incluidos los principales hoteles de la capital, y los disturbios se suceden en varios puntos de la ciudad y del país pese a la rendición de los líderes de los camisas rojas.
El primer ministro de Tailandia, Abhisit Vejjajiva, ha decretado el toque de queda en Bangkok desde las ocho de la tarde de este miércoles (14.00 hora canaria) a las seis de la mañana del jueves (00:00 hora canaria).
El objetivo del toque de queda -cuyos detalles fueron transmitidos en un mensaje televisado- es garantizar la seguridad para que las autoridades puedan cumplir sus obligaciones, declaró Abhisit en el decreto.
Poco antes, el Ejército lanzaba una ofensiva esta pasada noche contra el campamento de los opositores en el centro de Bangkok. La operación ha concluido con cinco muertos -incluido un fotógrafo italiano- y alrededor de 50 heridos y la rendición y detención de los principales líderes de la revuelta.
“Bajo control”
“La situación general está bajo control”, declaró el portavoz del Ejército, Sansern Kaewkamnerd, en un mensaje televisado. “Las fuerzas de seguridad han puesto fin a su ofensiva”, añadió.
La televisión mostró en directo las imágenes de cuatro líderes de los camisas rojas en poder la Policía. Uno de los cuatro detenidos es Jatuporn Prompan, quien minutos antes se había dirigido a los manifestantes en el mismo lugar de las protestas. “Os pido disculpas por todo, pero no queremos que haya más pérdidas”, proclamó. “Yo también estoy deshecho, me rindo”, manifestó.
Otro de los dirigentes detenidos, Nattawuk Saikua, pidió a los camisas rojas a través de un altavoz que regresasen a sus casas y pusiesen fin a las protestas. En ese momento ya había sido detenido por la Policía.
Ofensiva de madrugada
La ofensiva comenzó esta madrugada, cuando numerosos soldados y vehículos blindados del Ejército atacaron el principal distrito comercial de Bangkok, Silom Road, en el que se mantenían atrincherados desde hacía más de seis semanas los manifestantes del Frente Unido por la Democracia y contra la Dictadura (UDD).
Durante la ofensiva de este miércoles murieron al menos cinco personas y otras 50 resultaron heridas. Al menos tres periodistas extranjeros que estaban cubriendo los enfrentamientos resultaron resultado heridos.
Uno de ellos, un fotógrafo italiano, resultó herido en el corazón y en el abdomen y falleció posteriormente en el hospital. El ministro de Asuntos Exteriores italiano, Franco Frattini, declaró que hay una “alta probabilidad” de que se trate de Fabio Polenghi, de 45 años.
Entretanto, tras la caída del campamento de Bangkok, los opositores ocuparon e incendiaron las sedes de los Ayuntamiento de Khon Keon y Udon Thani, en el noreste de Tailandia, según informaron la Policía y la televisión tailandesa. Asimismo, poco después de la rendición de los dirigentes opositores explosionaron tres granadas cerca del campamento de los camisas rojas y al menos dos soldados y un periodista canadiense resultaron gravemente heridos.
El ministro tailandés de Hacienda, Korn Chatikavanij, aseguró este miércoles que las protestas de los camisas rojas han reducido a la mitad el crecimiento porcentual del Producto Interior Bruto (PIB) del país. No obstante, dijo que si finalmente se confirma el fin de las protestas, el impacto económico de éstas sería “pasajero”.