Al menos 40 muertos en los combates en Saná

SANA, 26 (Reuters/EP)

Más de 40 yemeníes han muerto en los combates registrados este jueves en Saná entre partidarios del presidente del país, Alí Abdulá Salé, y de un líder tribal, Sadiq al Ahmar, que ha manifestado su respaldo por los manifestantes que desde hace meses piden la renuncia del mandatario, que lleva casi 33 años en el poder.

Los residentes de la capital siguen huyendo por centenares, llevándose sus pertenencias en los techos de sus coches con la esperanza de escapara a la ola de violencia que empezó el lunes y que habría dejado al menos 80 muertos, haciendo temer que el país vuelva a verse sumido en una guerra civil.

Los combates, que enfrentan a las fuerzas de seguridad leales a Salé con los miembros de la tribu más poderosa del país, los Hashid, encabezados por Sadiq al Ahmar, son los más sangrientos en Yemen desde que comenzaron en enero las protestas contra el presidente.

El Ministerio de Defensa yemení ha informado de que 28 personas murieron a primera hora de la mañana por una explosión en un depósito de armas cerca de Saná.

Hombres armados vestidos de civiles han recorrido varios distritos de la capital este jueves y se han podido escuchar disparos esporádicos en algunos distritos. Asimismo, se han producido explosiones cerca del lugar donde miles de personas se encuentran acampadas para pedir la renuncia de Salé.

Entretanto, el fiscal del Estado yemení ha ordenado detener a los líderes “rebeldes” del grupo tribal que encabeza la familia Al Ahmar y un responsable gubernamental ha informado de que la emisora de una televisión opositora ha sido “destruida”, sin dar más detalles.

AL AHMAR DESCARTA LA MEDIACIÓN

Por su parte, Al Ahmar ha rechazado en declaraciones a Reuters cualquier posibilidad de mediación con Salé y ha pedido a las potencias regionales y mundiales que le fuercen a dimitir antes de que el país, de 23 millones de habitantes, se vea sumido en una guerra civil.

“Alí Abdulá Salé es un mentiroso”, afirmado Al Ahmar, asegurando que su federación tribal, de la que también forma parte la tribu a la que pertenece el presidente, se mantiene “firme”. “Dejará el país con las manos vacías”, ha precisado.

El miércoles Salé había dejado claro que no se plegaría a los “dictados” internacionales que le piden dimitir y abandonar Yemen. Asimismo, había dicho que no haría más concesiones a los que buscan su renuncia.

Testigos y autoridades afirman que partidarios de Al Ahmar controlan varios edificios ministeriales cerca de la residencia del jefe tribal, entre ellos los de Comercio y Turismo, así como las oficinas de la agencia estatal SABA.

Por su parte, el general Alí Mohsen, uno de los principales mandos militares del país que el pasado marzo ofreció su apoyo a los manifestantes, ha pedido a las fuerzas de seguridad que desafíen al presidente. “Cuidado con seguir a este loco que está sediento de más derramamiento de sangre”, ha prevenido.

En el campamento de protesta, los manifestantes han expresado su preocupación por el giro que están teniendo los acontecimientos y lo que consideran la disposición de Salé a ir a una guerra civil antes de dimitir.

“La familia Al Ahmar forma parte de la revolución y el presidente está intentando convertirlo en una guerra civil”, ha opinado Ahmed al Malahi, un médico de 39 años. “Este presidente nos ha oprimido. Con todos los recursos que tiene Yemen el pueblo vive en la más absoluta pobreza (...) no hay ningún otro pueblo en la península que viva en estas condiciones”, ha lamentado.

Muchos de los manifestantes han expresado su determinación de seguir las protestas porque no ven futuro para sus hijos bajo Salé. “Salé ha destruido nuestro país y a nuestros jóvenes”, ha afirmado Mohamed al Jaradi, un soldado retirado de 50 años.