Multitudinario funeral por los cristianos coptos fallecidos en Egipto

EL CAIRO, 10 (Reuters/EP)

Miles de cristianos coptos han asistido este jueves en la iglesia de Samaan al Jaraz en El Cairo al funeral por siete de las trece víctimas de los enfrentamientos entre fieles de esta comunidad y musulmanes por la quema de una iglesia en el sur del país, en lo que ha sido el mayor episodio de violencia interreligiosa desde que el presidente Hosni Mubarak renunció al poder el pasado 11 de febrero.

Durante la ceremonia, los féretros de seis fallecidos han estado situados sobre el altar de la iglesia. Un séptimo ataúd ha llegado más tarde. En los enfrentamientos entre coptos y musulmanes del pasado martes murieron trece personas y 140 resultaron heridas. Por el momento, no se ha aclarado cuántas víctimas son cristianas y cuántas son musulmanas.

Los enfrentamientos han supuesto un nuevo reto para el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, que dirige el país desde la renuncia de Mubarak y que ha prometido celebrar elecciones en los próximos seis meses y que entonces entregará el poder.

El nuevo Gobierno, que se reunió el miércoles por vez primera, decidió volver a desplegar en la calle a la Policía, que fue relevada de sus funciones en los primeros días de manifestaciones contra Mubarak con el despliegue del Ejército.

“Sacrificaremos nuestras almas y nuestra sangre por la cruz”, han dicho los asistentes al funeral, que han cantado al finalizar la ceremonia religiosa en la iglesia de Samaan al Jaraz, construida en una cueva del barrio de Manshiet Nasr.

Varios de los asistentes al oficio religioso han mostrado carteles con mensajes como “No al sectarismo, no al asesinato” y “Despedida a los martires de Cristo”.

Los enfrentamientos entre cristianos y musulmanes comenzaron el martes cuando una manifestación de coptos paralizó una autopista de El Cairo en protesta por un ataque incendiario contra una iglesia del sur del país.

Un grupo de activistas ha convocado para el viernes, viernes, una manifestación en la plaza de Tahrir, el epicentro de las movilizaciones que acabaron con Mubarak, para manifestar su solidaridad con los cristianos coptos egipcios.

Durante las manifestaciones que lograron la renuncia de Mubarak, muchos egipcios se mostraron orgullosos por la unidad de cristianos y musulmanes en contra del mandatario y confiaron en que se enterrarían las tensiones entre estas dos comunidades que habían aumentado en los últimos años.

El pasado día de Año Nuevo un atentado con bomba en el exterior de una iglesia de Alejandría acabó con la vida de 23 personas, una acción que provocó la protesta de la comunidad cristiana contra el Gobierno por considerar que había fallado a la hora de protegerles.

Los Hermanos Musulmanes, la fuerza política más organizada de Egipto, ha advertido del riesgo de que los partidarios del régimen de Mubarak intenten provocar nuevos enfrentamientos en “estas delicadas circunstancias”.

Por ello, el líder del grupo islamista, Mohammed Badie, ha solicitado a los ciudadanos egipcios que permanezcan unidos para “apoyar a las fuerzas armadas y al Gobierno para que puedan materializar las exigencias de la revolución”.