La Organización de las Naciones Unidas (ONU) consideró este viernes “injustificado” el cierre de todos los pasos fronterizos con la franja de Gaza decretado por Israel en respuesta a los ataques palestinos con cohetes Kasam, e instó al levantamiento de la represalia.
El subsecretario general de la ONU para Asuntos Humanitarios, John Holmes, aseguró en las Naciones Unidas que “este tipo de acciones no se pueden justificar por el lanzamiento de cohetes”. Israel cerró este viernes por completo todos los accesos al territorio palestino, en medio de una escalada de la violencia en la zona que ya ha costado la vida a 36 palestinos y a un israelí.
Holmes aseguró que entendía los problemas de seguridad de los israelíes, pero también subrayó que no se pueden solucionar mediante “el castigo colectivo” a los cerca de 1,5 millones de habitantes de la franja. También consideró que de continuar el cierre más allá del domingo, que es el plazo dado hasta ahora por Israel, la población podría experimentar una todavía mayor escasez de electricidad y alimentos.
“Espero que se revise pronto esta decisión y se reanuden los cruces fronterizos de forma regular”, afirmó el responsable de Asuntos Humanitarios de la ONU durante una conferencia de prensa en el organismo internacional. Agregó que este nuevo cierre agravará la precaria situación de Gaza, sometida a un virtual aislamiento del exterior desde que los radicales islamistas de Hamás tomaron el control de la franja en junio de 2007 en una revuelta contra la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
Desde entonces, la ONU ha instado repetidamente al Gobierno israelí a que elimine las restricciones que han hundido la débil economía del pequeño territorio palestino y aumentado su dependencia de la asistencia humanitaria. “No podemos simplemente pensar en alimentos y medicinas, se debe permitir que los palestinos puedan desarrollar su economía”, insistió Holmes.
Antes del cierre de este viernes, Israel permitía la salida de personas por motivos humanitarios y la entrada, con muchas restricciones, de productos básicos y combustible, siempre y cuando las circunstancias de seguridad lo hicieran posible. Desde hace años las milicias palestinas disparan a los soldados y el personal israelí en los pasos fronterizos, o bombardean la zona limítrofe con morteros, lo que interrumpe constantemente la actividad.
Las nuevas sanciones contra Gaza entraron en vigor en el cuarto día de una ofensiva militar israelí contra los lanzadores de cohetes palestinos, que ha causado hasta ahora 36 muertos (incluidos los de este viernes), la mayoría milicianos pero también algunos civiles.Pero la intensificación de la operación del Ejército israelí no ha conseguido hasta ahora mermar el número de cohetes disparados, unos 165 desde el martes, que han herido a unas quince personas.
En un incidente paralelo, el martes murió el voluntario ecuatoriano Carlos Andrés Mosquera en un kibutz israelí por disparos de un francotirador palestino.
Heridos los asistentes a una boda
La última víctima es una mujer de 52 años, Haniya Abd Al-Jawad, que falleció en la franja en un bombardeo israelí contra un edificio que hasta hace unos meses era la sede del Ministerio del Interior del depuesto gobierno islamista de Ismail Haniye.
El edificio estaba vacío y la mujer, así como una treintena de heridos en el ataque, se hallaban en una boda cercana, según Muawiya Hasanín, director del servicio de ambulancias en Gaza. Según distintas versiones, uno de los cohetes disparados contra el edificio cayó cerca de donde se celebraba la boda.
La Fuerza Aérea israelí también bombardeó este viernes dos bases de organismos relacionados con Hamás y su brazo armado, en el norte y el sur de la franja de Gaza.Estos últimos bombardeos de instalaciones vinculadas con el movimiento islámico palestino forman parte de las medidas aprobadas el jueves por el ministro de Defensa, Ehud Barak, para incrementar la presión sobre las milicias y “persuadirlas” de que dejen de disparar contra territorio israelí sus cohetes, sólo hoy unos cuarenta.
“No será fácil, no ocurrirá este fin de semana, pero pondremos fin a los cohetes”, advirtió Barak a la población de Sderot, la más castigada por los cohetes artesanales palestinos, al anunciarles que Israel iba también a cerrar totalmente la franja. El cierre afecta al paso de Erez, por donde suelen salir las personas que requieren atención médica en Israel, y al de Kerem Shalom, por donde ingresa el aprovisionamiento a Gaza.
Por Erez también transitan diplomáticos y funcionarios de organismos internacionales y periodistas, aunque se desconoce si también ellos se verán afectados. Los pasos permanecerán cerrados hasta el domingo, aunque la medida puede ser prolongada si para entonces los milicianos no cesan sus ataques, explicó un portavoz militar.