Al menos 95 personas perdieron la vida y otras 536 resultaron heridas en el día más sangriento de este año en Irak a causa de la explosión de seis bombas y de varios ataques con mortero dirigidos contra importantes objetivos en el centro de Bagdad, y que sacudieron la capital durante un escaso lapso de tiempo este miércoles, según el último balance ofrecido por la Policía iraquí, que podría seguir aumentando en las próximas horas, renovando las dudas sobre la capacidad de las fuerzas de seguridad iraquíes de mantener el orden tras la retirada de las tropas estadounidenses de las zonas urbanas.
Ningún grupo ha reclamado la autoría de los ataques, aunque las autoridades informaron del arresto de dos miembros de Al Qaeda cuando las fuerzas de seguridad lograron frustrar un atentado con coche bomba. La televisión iraquí mostró más tarde imágenes de un camión cisterna lleno de explosivos que había sido desactivado. Aun así, el portavoz de operaciones del Ejército iraquí en Bagdad, el general Qassim Atta, acusó a la “alianza baazista (el partido del ex presidente Sadam Husein) de ejecutar estas operaciones terroristas”, en declaraciones recogidas por Al Yazira.
Mientras, el portavoz de las fuerzas de seguridad de Bagdad, el general Qassim al Mussawi, reconoció al canal estatal Iraqiya que parte de la culpa es de las fuerzas iraquíes. “Esta operación muestra negligencia y está considerada como una brecha en la seguridad por la que las fuerzas iraquíes deben asumir mucha de la responsabilidad”, afirmó. Este supone el peor día desde que Estados Unidos retiró a sus tropas de combate de las ciudades y pueblos iraquíes hace dos meses, dejando la seguridad en manos iraquíes.
Explosiones
El primer incidente tuvo lugar cerca del Ministerio de Exteriores, justo en el exterior de la fortificada Zona Verde, y fue de tal potencia que provocó la muerte de decenas de personas y rompió algunas de las ventanas del Parlamento iraquí, que se encuentra en el interior de esta zona de seguridad donde están la mayoría de edificios gubernamentales y Embajadas extranjeras.
“Las ventanas del Ministerio de Exteriores saltaron por los aires, masacrando a las personas que se encontraban dentro. Pude ver a trabajadores del Ministerio, periodistas y guardias de seguridad entre los muertos”, afirmó una de las trabajadoras del organismo que sólo se identificó como Asia.
Mientras, otro camión bomba sacudió el distrito de Waziriya, cerca del Ministerio de Finanzas, matando a al menos 28 personas, según la Policía. Esta explosión provocó importantes daños y, según indicó un testigo a Reuters, parte de un tramo elevado de una carretera se ha venido abajo. “De repente, una potente explosión sacudió el edificio y los cristales volaron... muchos de los empleados resultaron heridos por esos cristales y otros, como yo, sufrieron conmociones... Me desperté con sangre por toda mi cara”, relató Batul al Amri, trabajador del Ministerio.
Otra explosión se produjo muy cerca del lugar donde Reuters tiene sus oficinas, en el distrito de Karrada, en el centro, haciendo que se abrieran puertas y ventanas. Además, según la Policía, el edificio de la gobernación central de Bagdad fue objeto de un ataque de mortero, así como el distrito de Salhiya, donde se encuentran bases del Ejército y oficinas de televisión. En el distrito sureño de Bayaa, una explosión se cobró la vida de dos personas y dejó heridas a otras cinco.
La ola de atentados se produce después de que las autoridades de Bagdad hubieran anunciado este mismo mes que la mayoría de los muros de hormigón instalados para evitar los atentados serían derribados en un plazo de 40 días.
Estos ataques podrían minar la confianza de la población en el primer ministro, Nuri al Maliki, antes de las elecciones. En un comunicado, Al Maliki pidió que se revisen los planes de seguridad y aseguró que los atentados tenían la intención de “aumentar las dudas sobre nuestras fuerzas armadas, que han probado ser muy capaces de enfrentarse a los terroristas”.
La ola de violencia coincidió además con la conmemoración hoy del primer Día Humanitario Mundial, el cual recuerda el atentado con bomba perpetrado contra las instalaciones de Naciones Unidas Bagdad en 2003, y que causó la muerte a 22 empleados, incluido el representante en Irak, Sergio Vieira de Mello, y dejó 150 heridos.
Reacciones
El embajador estadounidense en el país, Chris Hill, y el principal comandante norteamericano en Irak, el general Ray Odierno, emitieron un comunicado conjunto condenando los atentados. “Las horribles heridas y pérdidas de vidas de las que Irak ha sido testigo hoy son ataques terroristas que no sirven para ningún propósito legítimo”, indicaron. Asimismo, afirmaron que estos atentados “no detendrán los continuos esfuerzos de los iraquíes por construir una sociedad pacífica y próspera y por unirse a la comunidad internacional, ni debilitarán nuestra resolución por ayudarles en sus esfuerzos”.
Por su parte, la presidencia de turno de la UE, que este semestre ocupa Suecia, condenó los “brutales” ataques con bomba y mortero que este miércoles dejaron al menos 75 muertos y varios centenares de heridos en el centro de Bagdad. En un comunicado en nombre de los Veintisiete, la presidencia sueca expresó sus condolencias a los familiares y amigos de las víctimas y deseó una pronta recuperación de los heridos.
La condena por los ataques de este miércoles se extiende también a los atentados que han tenido lugar en todo el país durante las dos últimas semanas. Además, la UE expresó su solidaridad con el Gobierno y pueblo iraquí “en estos difíciles momentos”.
La Comisión Europea expresó también su condena por los atentados. “La Comisión quiere expresar sus más sinceras condolencias a las familias y amigos de las víctimas de estos actos brutales, y ofrece su apoyo y solidaridad al Gobierno y pueblo iraquí en estos difíciles momentos”, indicó el Ejecutivo comunitario en un comunicado.