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Ningún país de la OTAN ha hecho “compromisos específicos” para aumentar la presión sobre Gadafi

BERLÍN, 14 (De la enviada especial de EUROPA PRESS, Ana Pisonero)

El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, ha asegurado este jueves que los Veintiocho y los países contribuyentes a las operaciones militares en Libia se han comprometido a “aportar todos los medios necesarios y a maximizar la flebxibilidad operativa” de los medios disponibles para proteger a la población civil y contribuir a aplicar la zona de exclusión aérea y el embargo de armas, aunque ha admitido que ningún país ha hecho “compromisos específicos” para aportar más medios.

En rueda de prensa al término de la primera sesión de trabajo de los ministros de Exteriores, centrada en la misión en Libia, Rasmussen ha explicado que el comandante supremo aliado de la OTAN en Europa (SACEUR), vicealmirante estadounidense James Stavridis, ha confirmado a los aliados y socios que se necesitan “algunos aviones de combate más” para contribuir al sostenimiento de la misión aunque “en términos generales” ha dicho estar “contento” con los medios disponibles.

“SACEUR no ha pedido cambiar las reglas de enfrentamiento”, ha zanjado Rasmussen. “Su conclusión es que en términos generales tenemos los medios necesarios para llevar a cabo la misión”, ha asegurado Rasmussen, que ha reconocido que durante la primera semana de las operaciones de la coalición “muchos objetivos eran más fáciles” de destruir y ahora han constantado la necesidad de contar con “algunos aviones de combate más precisos” para “evitar víctimas civiles” en operaciones aliadas.

Los mandos militares han solicitado nueve aviones de combate de gran precisión para evitar al máximo las bajas civiles en operaciones de ataque a tierra contra objetivos militares del régimen, según han confirmado distintas fuentes aliadas.

Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Dinamarca, Bélgica, Canadá y Noruega participan en ataques a tierra, mientras que países como Países Bajos y Turquía dejaron claro cuando asumió la Alianza el mando de las operaciones que no participarían en este tipo de operación, según distintas fuentes diplomáticas y aliadas. Suecia lo condicionó a la aprobación de su Parlamento, que ha rechazado esta opción por el momento.

REINO UNIDO, EL ÚNICO QUE AÑADE

Reino Unido ha sido el único país que de momento se ha comprometido a aumentar su contribución a la operación. Después de que el primer ministro británico, David Cameron, prometiera hace una semana enviar otros cuatro Tornados adicionales, Londres se ha comprometido a autorizar a dos cazas polivaltentes Typhoon realizar ataques en tierra, han explicado fuentes diplomáticas aliadas.

El ministro de Exteriores italiano, Franco Frattini, ha reconocido que Italia está “seriamente pensando” la posibilidad de participar en ataques a tierra, según han reconocido fuentes diplomáticas. Frattini expresó sus “dudas” este martes en Luxemburgo sobre esta opción por el pasado colonial de Italia y por el potencial de causar víctimas civiles.

ESPAÑA RECHAZA IR MÁS ALLÁ

La ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, ha dejado claro que el Gobierno español fijó “desde el primer momento” su contribución y se ha comprometido a mantener estas capacidades “en el futuro”, rechazando por tanto la opción de equipar a los cuatro F-18 desplegados para mantener la zona de exclusión aérea para que puedan lanzar ataques a tierra contra objetivos militares.

Jiménez ha reconocido que la operación en Libia tiene un “alcance limitado” porque el mandato de la ONU “no permite ir más allá en el uso de la fuerza”, pero ha defendido su continuidad porque “las amenazas a la población civil persisten”.

El ministro de Exteriores francés, Alain Juppé, declaró este martes que la OTAN no está haciendo “lo suficiente” para proteger a la población civil en Libia y le reclamó que asumiera “el liderazgo de las operaciones”, mientras que su homólogo británico, Wlliam Hague, defendió la necesidad de que la OTAN “mantenga e intensifique sus esfuerzos” en Libia.

Ni uno ni otro han criticado a la OTAN durante la reunión ni han planteado intensificar las operaciones, aunque fuentes aliadas han reconocido que Juppé ha insistido en que “la situación en Misrata es inaceptable”.

CLINTON APELA A LA UNIDAD

Tras las críticas a la OTAN de varios aliados, la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, ha apelado a mantener la unidad. “Mientras continúa nuestra misión, mantener nuestra resolución y unidad es cada vez más importante”, ha señalado Clinton. “Gadafi está probando nuestra determinación”, ha recalcado.

El secretario general aliado ha subrayado “la unidad” de los aliados y ha dejado claro que estos y los países contribuyentes a la operación --Qatar, Emiratos Árabes Unidos, Jordania, Marruecos, Suecia y Ucrania-- mantendrán “el tiempo que sea necesario” un “ritmo operativo elevado contra objetivos legítimos” del régimen de Muamar Gadafi hasta que cesen “todos” los ataques, hasta que se “verifique” la retirada de las fuerzas del régimen de las ciudades “ocupadas o sitiadas”, incluidos, ha dicho, “francotiradores, mercenarios y otras fuerzas paramilitares” y hasta que se comprometa a garantizar el acceso “inmediato, seguro y sin obstáculos” para la ayuda humanitaria, tal y como han acordado en la declaración final.

Los aliados y sus socios han reclamado concretamente al régimen de Gadafi que se retire de Ajdabiya, Brega, Jadu, Al Jebal al Gharbiyah, Kikla, Misrata, Nalut, Ras Lanuf, Yefrin, Zintán y Zuara y han prometido que continuarán “adaptando” sus operaciones militares al cambio de tácticas del régimen, que ha retirado a los tanques y artillería pesada de las zonas visibles, escondiéndolas en zonas pobladas cerca de escuelas y mezquitas para impedir que les ataquen.

“Todos hemos acordado que tenemos una responsabilidad para proteger a los civiles libios del brutal dictador”, ha concluido el danés. “Haremos todo lo que sea necesario para cumplir esta misión”, ha matizado.

SIN SOLUCIÓN MILITAR

Desde que la Alianza asumió el mando de la misión el pasado 31 de marzo, los aliados y sus socios han realizado “más de 2.000” patrullas, incluidas unas 900 misiones de ataque, según ha explicado Rasmussen. Es decir, el 60 por ciento de las operaciones buscan identificar objetivos del régimen para destruirlos.

Fuentes aliadas han asegurado que en la actualidad se están realizando “prácticamente las mismas salidas” de ataque que realizaban los países de la coalición. En los últimos cinco días, las fuerzas aliadas y sus socios han destruido “más de 70 tanques y carros blindados” del régimen en Misrata, Zintán y el sur de Trípoli. “Atacamos el mismo número de tanques por el día que por la noche”, aseguran otras fuentes aliadas.

Rasmussen ha dejado claro de nuevo que no habrá “una solución militar exclusiva” al conflicto libio, motivo por el cual aliados y socios han respaldado la creación del Grupo de Contacto que ayer se reunió por primera vez en Doha para contribuir a la búsqueda de una solución que “responda a las demandas legítimas” del pueblo libio y que implique que “Gadafi abandona el poder”.

El secretario general aliado ha rechazado la posibiliad de que la Alianza arme a los rebeldes, como piden éstos, y ha dejado claro que los aliados “no tenemos ninguna intención de interferir en la política libia” dado que compete a los libios “perfilar el futuro de su país”, aunque confirmó que este miércoles se reunió con uno de los responsables de Exteriores de los rebeldes Mahmud Jibril en Doha. “Tenemos contactos con la oposición”, ha asegurado.