BRUSELAS, 6 (EUROPA PRESS)
La OTAN ha confirmado este martes que el dirigente libio, Muamar Gadafi, acorralado por los rebeldes y cuyo paradero se desconoce, sigue dando órdenes a los seguidores que todavía le quedan pero ha dejado claro que no tiene capacidad para “revertir” el avance espectacular de los rebeldes, que controlan la mayor parte del país.
“Gadafi todavía está emitiendo amenazas, pidiendo actos de agresión y dando órdenes a los militares que le quedan en un intento sin sentido de retener el control de zonas pobladas”, ha explicado el portavoz militar de la operación internacional en Libia, el coronel canadiense Roland Lavoie, en rueda de prensa desde el cuartel general de la misión en Nápoles.
Aunque ha confirmado la presencia de tropas leales a Gadafi en las ciudades de Sirte, Sabha, Bani Walid y Jufra y municipios próximos a esta última localidad, Lavoie ha dejado claro que el régimen de Gadafi ya no tiene capacidad para dar marcha atrás al control de los rebeldes.
“Las fuerzas de Gadafi no pueden revertir la dinámica. Sus capacidades están degradadas, los mercenarios están huyendo y muchos ex líderes y comandantes militares del régimen están abandonando”, ha confirmado el portavoz militar.
“Nuestra misión es proteger a los civiles en libia, no localizar y atacar a miles de ex líderes del régimen, mercenarios, comandantes militares y desplazados internos”, ha precisado el portavoz, que ha reconocido que la OTAN está al tanto de movimiento de convoyes entre Libia y Níger y los países vecinos aunque ha dejado claro que sólo se ataca cuando “hay amenaza” para la población civil.
La portavoz de la OTAN, Oana Lungescu, ha instado de nuevo a los leales a Gadafi a abandonar las armas. “Libia está pasando una nueva página en su historia. La situación en Trípoli y muchas otras partes del país está volviendo a la normalidad antes de lo que muchos hubiéramos imaginado, de modo que ya ha llegado la hora de que los seguidores que le quedan al régimen de Gadafi acepten la realidad, depongan sus armas y enfrenten las divisiones a través del diálogo, no con un baño de sangre”, ha explicado Lungescu.
Lavoie ha confirmado señales de la vuelta a la normalidad en Trípoli y otros puntos del país como son la llegada de más ayuda humanitaria, el restablecimiento del suministro de agua en la mayor parte de la capital, el aumento de la actividad comercial o el hecho de que “las armas están siendo retiradas de las calles en las ciudades liberadas”.