BRUSELAS, 11(EUROPA PRESS)
La OTAN cree que el dirigente libio Muamar Gadafi ha perdido sus capacidades de mando y control en Sirte y sus fuerzas que todavía le siguen siendo leales ya no tienen capacidad para retener el control de la localidad, pese a reconocer que continúan “los combates feroces en partes de Sirte”.
“En Sirte, las fuerzas de Gadafi tenían capacidad de mando y control durante un tiempo. Creemos que esta capacidad está perdida ya. Así que la única zona que queda donde ejercen algo de mando y control a nivel táctico es en Bani Walid”, ha explicado en rueda de prensa desde Nápoles el portavoz militar de la operación bajo mando de la OTAN en Libia, general canadiense Roland Lavoie.
El portavoz ha subrayado los “avances significativos” que han logrado las fuerzas del Consejo Nacional de Transición en la localidad natal del dictador y ha confirmado que las fuerzas de Gadafi han sido expulsadas de “posiciones clave” como una universidad, un centro de conferencias y el hospital principal. “Han perdido posiciones y no pueden controlar eficazmente la ciudad ni ser reforzados ni recibir suministros”, ha explicado en alusión a las fuerzas de Gadafi.
Lavoie ha subrayado la importancia de recuperar Sirte, más allá de su “significado” por ser la localidad natal de Gadafi sino porque “significará que pronto toda la costa de Libia estará bajo control del CNT”. “Está siendo fuertemente contestada”, ha advertido sin embargo.
El portavoz ha insistido en que salvo Sirte y Bani Walid, los últimos dos bastiones que le quedan al régimen, no hay pruebas de “una presencia significativa ni actividad de las fuerzas pro Gadafi en el resto del país”. “Está claro que ya no pueden cambiar o influir en el resultado de este conflicto y han rechazado oportunidades para ser una parte política” para resolver el conflicto, ha resaltado.
Lavoie ha dejado claro que la OTAN sigue “100% preparada para intervenir cuando y donde sea necesario” para proteger a los civiles en Libia, aunque ha insistido en “las limitaciones” de las fuerzas aliadas para intervenir en zonas urbanas con el objetivo de evitar bajas civiles.
La portavoz aliada, Oana Lungescu, ha dejado claro que los aliados pondrán fin a la operación “cuando llegue el momento correcto” porque no abandonarán con “el trabajo a medio hacer”.
“Nuestra misión terminará cuando evaluemos que ya no hay una amenaza sistemática y significativa y por supuesto hay varios factores que se tendrán en cuenta, incluido la situación sobre el terreno, que cambia rápidamente, y la capacidad de las fuerzas del Consejo Nacional de Transición de proteger a los civiles ellos mismos”, ha zanjado.
“El fin de la operación será una situación política. Compete al Consejo del Atlántico Norte tomar la decisión política en cuenta las condiciones lo permitan en base a las evaluaciones de nuestras autoridades militares y coordinaremos la decisión con la ONU, que avaló la misión, y con las autoridades legítimas libias”, ha agregado la portavoz.