ROMA, 3 (EUROPA PRESS/Gloria Moreno)
El Papa Benedicto XVI viajará este viernes a Chipre, desde donde lanzará un mensaje de paz a Oriente Próximo, además de estrechar relaciones con la Iglesia cristiano-ortodoxa chipriota, que es a la que pertenece la mayor parte de la población de la isla.
Se trata del decimosexto viaje apostólico que Ratzinger realiza al extranjero desde que fue elegido Papa, pero además, es la primera vez en absoluto que un Pontífice visita esta isla mediterránea.
El principal motivo del viaje, que durará hasta el domingo 6 de junio, es la presentación del Instrumentum Laboris, es decir, el documento de trabajo que ha sido elaborado por el Vaticano con las aportaciones de los obispos de Oriente Próximo y que servirá de base para preparar el Sínodo de Obispos que se celebrará el próximo otoño en el Vaticano y que estará especialmente dedicado a esta región.
Precisamente, el viaje empezará y terminará con la plantación de un olivo, un gesto con el que el Papa quiere llegar y salir de la isla con “un mensaje de paz para toda la zona medioriental”, explicó esta semana el portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi, durante la presentación del evento a la prensa.
“La paz será una de las principales claves de lectura de este viaje”, explicó Lombardi, resaltando el hecho de que tenga lugar pocos días después del polémico ataque de Israel contra una flotilla humanitaria que llevaba ayuda a los refugiados de la Franja de Gaza. El portavoz vaticano calificó estos eventos, en los que fallecieron nueve personas, como “tristes y preocupantes”, aunque “no influirán en el desarrollo del viaje”, aseguró.
Otro de los puntos fuertes de la visita es su “carácter ecuménico”, es decir, la voluntad de potenciar el diálogo e intercambio con el mundo ortodoxo. De hecho, el jefe de la Iglesia ortodoxa chipriota, el arzobispo Chysostomos II, estará presente en gran parte de los actos, incluida la misa solemne del domingo, durante la que el Papa entregará a los obispos católicos el 'Instrumentum Laboris' del Sínodo.
El viernes por la tarde, nada más llegar al aeropuerto de Paphos, el Papa se dirigirá a la Iglesia de Agia Kiriaki Chrysopolitissa, donde presidirá junto a Chysostomos II una ceremonia ecuménica. Esta Iglesia se halla en una importante zona arqueológica, que entre otras piezas, conserva la columna donde, según la tradición, fue azotado san Pablo.
Al día siguiente, se entrevistará en Nicosia, la capital de la isla, con el presidente de la República de Chipre, Dimitris Christofias, y seguidamente mantendrá un encuentro con las autoridades civiles y el cuerpo diplomático, ante el que pronunciará un discurso. Es aquí, donde, “dadas las circunstancias”, el Papa podría hacer referencia al conflicto palestino-israelí, avanzó Lombardi.
El sábado, el Papa también se reunirá con la comunidad católica chipriota. Ésta está compuesta por entre 15.000 y 20.000 personas, que se subdividen en ritos distintos, el maronita, el latino y el armenio. Además alrededor de la mitad de los católicos que viven en Chipre son inmigrantes originarios de otros países, la mayor parte de Filipinas y Sri Lanka.
El domingo, durante la celebración de la misa, tendrá lugar la esperada entrega del documento 'Instrumentum Laboris' del Sínodo de Obispos sobre Oriente Próximo a los líderes de la Iglesia Católica en esta zona. El hecho de que Chipre haya sido el país elegido para este acto no es casual, dado que es el único de la región al que los obispos pueden acceder sin demasiados problemas para obtener el visado, explicó Lombardi.
Por la tarde, antes de despedirse del país, Benedicto XVI visitará la Catedral Maronita de Nicosia, que es la sede de la comunidad católica maronita. Ésta es la más numerosa (unas 4.500 personas) y es la que más ha sufrido en las últimas décadas a causa de la ocupación turca del norte de la isla en 1974, la cual originó la creación de la República Turca del Norte de Chipre, un estado que actualmente únicamente es reconocido por Turquía y la Organización de la Conferencia Islámica. Gran parte de los maronitas vivían en el norte y tuvieron que desplazarse a otras zonas de la isla tras la ocupación.
Preguntado sobre si el Papa mantendrá un encuentro con la comunidad musulmana, que mayoritariamente vive en la zona turca, Lombardi no descartó esta posibilidad aunque señaló que todavía se desconoce si dicho encuentro tendrá lugar o no.