El Papa, “muy preocupado” ante los abusos a niños por sacerdotes irlandeses

ROMA, 15 (EUROPA PRESS/ Gloria Moreno)

Los obispos irlandeses volvieron este lunes a reunirse con el Papa para afrontar el tema de los abusos sexuales a niños cometidos por sacerdotes católicos en este país. Se trata del tercer encuentro sobre la cuestión que se celebra en el Vaticano en los últimos siete meses, lo que pone de manifiesto la preocupación de Benedicto XVI por este problema.

La reunión, que durará hasta este martes, empezó a las 9.30 horas de este lunes y después de una pausa para comer prosiguió hasta las 19 horas. Este martes por la mañana tendrá lugar el último encuentro, tras el que el Vaticano publicará un comunicado oficial.

El Papa “está muy preocupado” por esta situación, explicó el primado de Irlanda y arzobispo de Armagh, el cardenal Sean Brady, en declaraciones a 'Radio Vaticano'. “Este encuentro ha sido preparado detalladamente pero es solo un paso de un camino muy largo”, admitió. El purpurado esperó que el resultado de todos estos esfuerzos se traduzca “en un proceso de arrepentimiento, renovación y reconciliación, por el bien de todos”.

En cuanto a la insistencia con que el Papa está afrontando esta cuestión, Brady resaltó que se trata del “tercer encuentro en siete meses”. “Todos nos proponemos el mismo objetivo que es el de tutelar a los niños” y para ello, las indicaciones que el Papa ha dado al respecto “deben ser estudiadas atentamente por todas las personas implicadas”.

La polémica sobre los abusos sexuales a menores cometidos por algunos eclesiásticos en Irlanda se remonta al año pasado, a raíz de la publicación de dos informes judiciales en los que se denunciaron no sólo los actos criminales cometidos por algunas decenas de sacerdotes durante 30 años, sino el hecho de que tanto los responsables de la Iglesia en Irlanda como las autoridades gubernamentales de este país intentaron encubrir a los culpables.

En declaraciones a la prensa británica, el obispo de Clogher y responsable de comunicación de la Conferencia Episcopal irlandesa, monseñor Joseph Duffy, admitió los hechos, calificándolos como “heridas profundas”, y aseguró que el resultado de la reunión que se está celebrando estos días en el Vaticano no se reducirá a un “simple ejercicio cosmético”.

De hecho, el escándalo ya se ha saldado con algunas dimisiones, como la del obispo de Limerick, Donal Murray. También lo han hecho otros prelados, como el de Kildare y Leighlin, Jim Moriarty, y los auxiliares de Dublin, Raymond Field y Eamonn Walsh, cuyas dimisiones todavía no han sido aceptadas por el Pontífice.

BENEDICTO XVI: 'TOLERANCIA CERO'

Desde el inicio de su Pontificado, Benedicto XVI ha declarado la 'tolerancia cero' respecto a los eclesiásticos que cometan este tipo de delitos. Una de las primeras medidas que tomó fue la de exigir al fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, que había sido investigado por presuntos abusos sexuales durante décadas, que renunciara “a todo ministerio público” y llevara una vida de penitencia.

Por lo demás, son numerosas las ocasiones en las que el Papa ha condenado este tipo de acciones, desde la audiencia que concedió en 2006 precisamente a los obispos irlandeses, hasta sus viajes a Estados Unidos y Australia.

Sin ir más lejos, la semana pasada aseguró que “la Iglesia no deja y no dejará nunca de deplorar y condenar” los abusos a niños cometidos por “algunos de sus miembros”, según declaró durante una audiencia con los miembros del Consejo Pontificio para la Familia.

Asimismo, las palabras que Benedicto XVI utilizó el pasado 11 de diciembre con ocasión de la segunda visita de los obispos irlandeses a Roma, también fueron severas. El Pontífice dijo sentirse “profundamente preocupado y angustiado” por lo sucedido en Irlanda y anunció que escribirá una carta pastoral a los fieles católicos de este país para explicarles las medidas que se tomarán “en respuesta a esta situación”.

Por su parte, el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, pidió esta mañana a los sacerdotes que han abusado de menores que reconozcan “su propia culpa”, según declaró durante la homilía de la misa que celebró ante la presencia de los obispos irlandeses, poco antes del inicio de la reunión.

El primer informe sobre abusos sexuales cometidos por sacerdotes en Irlanda es el de la comisión Ryan y fue publicado en mayo del año pasado. En él se detallaban los maltratos y abusos que habían sufrido muchos niños que estudiaban en escuelas o internados gestionados por órdenes religiosas.

Meses más tarde, llegó el informe Murphy, que a lo largo de 720 páginas trataba sobre los delitos cometidos por 46 sacerdotes, acusados de haber abusado de al menos 300 niños entre los años 1975 y 2004.