El presidente checo, Vaclav Klaus, firmó la tarde de este martes el Tratado de Lisboa horas después de que el Tribunal Constitucional del país hubiera desestimado el recurso presentado contra el texto asegurando que éste es acorde con la Carta Magna del país. Con esta firma, culmina el proceso de ratificación del Tratado de Lisboa en los Veintisiete.
“Firmé el Tratado de Lisboa a las 15:00 horas”, anunció en un comunicado Klaus, un euroescéptico declarado que había aplazado la firma del texto pese a que las dos cámaras del Parlamento checo le habían dado su visto bueno hace varios meses.
Además, en las últimas semanas presentó una nueva condición para estampar su firma en el texto, la exclusión de República Checa de la aplicación de la Carta Fundamental de Derechos Humanos incluida en el Tratado de Lisboa, y a la que tampoco están sujetos Reino Unido y Polonia. Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE accedieron la semana pasada a esta petición.