Aunque Rajoy ha vuelto a subordinar en público toda decisión del Gobierno español sobre Siria a los resultados de la investigación de los inspectores de la ONU, España se ha sumado abiertamente a las principales tesis de Washington con la firma de una declaración conjunta de once de los países asistentes a la cumbre del G20 de San Petersburgo.
El documento, que ha sido difundido en la web de la Casa Blanca y ha sido suscrito por Australia, Canada, Francia, Italia, Japón, la Repúbica de Corea, Arabia Saudí, Turquía, el Reino Unido y Estados Unidos, además de España; considera “que las pruebas apuntan claramente al gobierno sirio como responsable del ataque”.
Aunque los firmantes no piden una intervención armada en Siria al margen de las Naciones Unidas, sí reclaman “una fuerte respuesta internacional a esta grave violación de las normas mundiales que implique un claro mensaje de que este tipo de atrocidades no pueden volver a repetirse”.
El texto considera da prácticamente por perdida la opción de un ataque amparado por el Consejo de Seguridad. “Los firmantes llevan reclamando una contundente, dadas sus responsabilidades para liderar una respuesta internacional”, sin embargo, reconocen que el organismo lleva dos años y medio “paralizado”. “El mundo no puede esperar a procesos fallidos interminables que solo conducen a un incremento del sufrimiento en Siria y la inestabilidad regional”, señalan.
El texto concluye recordando que los firmantes europeos seguirán trabajando para “promover una posición europea común”.