BRUSELAS, 22 (EUROPA PRESS)
Los ministros del Interior de los 27 han rechazado este jueves ceder poderes a la Comisión Europea a la hora de decidir la reintroducción temporal de controles fronterizos dentro de la UE por motivos de seguridad pública o presiones migratorias.
Los Gobiernos consideran que las decisiones sobre seguridad constituyen el “último reducto de la soberanía” nacional y una línea roja cuando se trata de dar competencias a Bruselas.
“La sensibilidad mayoritaria de la práctica totalidad de las intervenciones ha sido que la propuesta de la Comisión es necesario matizarla en cuanto a los supuestos de orden público y de seguridad interior”, ha asegurado el secretario de Estado de Seguridad, Justo Zambrana, después del debate.
“Los temas de orden público y seguridad nacional son el último reducto de la soberanía de los Estados y no parecía razonable someterlos a la adopción de decisiones de la Comisión”, ha señalado Zambrana.
Para mejorar el funcionamiento del espacio sin fronteras Schengen y evitar decisiones unilaterales de los Estados miembros, el Ejecutivo comunitario propuso el pasado 16 de septiembre que los Gobiernos estén obligados a pedir permiso a Bruselas por cualquier cierre de fronteras que dure más de cinco días, ya sea por cuestiones de seguridad o de presión migratoria. La decisión deberá además obtener el respaldo de una mayoría de Estados.
La mayor parte de los Gobiernos se opone a ceder soberanía a Bruselas en la gestión de fronteras y considera “desconcertante” y “un error estratégico tremendo” la propuesta de la Comisión, según han explicado fuentes diplomáticas. De hecho, denuncian que el Ejecutivo comunitario ha desoído la petición realizada por los líderes europeos en la cumbre de junio, en la que reclamaron más flexibilidad para reintroducir controles fronterizos y no más controles desde la UE.
De hecho, el ministro del Interior, Antonio Camacho, y sus homólogos de Francia y Alemania, enviaron la semana pasada una carta a la comisaria de Interior, Cecilia Malmström, en la que dejan claro que “respetar el núcleo de la soberanía nacional es muy importante para los Estados miembros”. “Por ello, no compartimos los planes de la Comisión de asumir responsabilidad a la hora de tomar decisiones sobre medidas operativas en materia de seguridad”, afirman.
En la actualidad, la normativa comunitaria ya permite a los Estados miembros reintroducir temporalmente controles fronterizos alegando motivos de seguridad u orden público. Este mecanismo se ha utilizado 26 veces en casos de eventos deportivos o alertas terroristas. Francia e Italia, tras el conflicto que les enfrentó en primavera a raíz de la llegada de inmigrantes tunecinos que huían de las revueltas árabes, pidieron a Bruselas que añadiera el supuesto de graves presiones migratorias como justificación adicional para el cierre de fronteras. El resto de países secundó sus propuestas.
Con el debate de este jueves queda desactivada la propuesta de la Comisión de ceder más soberanía en esta materia, pero se complican las negociaciones para añadir las nuevas excepciones, que deben ser aprobadas también por la Eurocámara.