El ministro italiano del Interior, Roberto Maroni, ha anunciado que el próximo 12 de junio se celebrará el referéndum sobre el llamado legítimo impedimento, un decreto que permite al primer ministro, Silvio Berlusconi, y a sus ministros ausentarse de los procesos judiciales alegando “problemas de agenda” con su cargo de presidente del Ejecutivo.
El decreto fue impulsado por el ministro de Justicia, Angelino Alfano, y permite a los altos cargos ausentarse de los juicios si alegan problemas de agenda, lo cual obligó a suspender los tres procesos interpuestos contra el primer ministro, el caso Mediaset, el proceso Mediatrade y el caso Mills.
El Tribunal Constitucional italiano declaró constitucional “en parte” el decreto del 'legítimo impedimento' y dejó así a la libertad de los jueces la decisión de si son justificables o no los “problemas de agenda” de los altos cargos del Estado.
Después de esta decisión, los italianos podrán decidir el próximo 12 de junio si invalidan completamente el decreto o aceptan la sentencia del Tribunal Constitucional.
Precedentes
Berlusconi se acogió al legítimo impedimento para ausentarse de los juicios, lo que obligó a los Tribunales a suspender los juicios a la espera de la decisión de Tribunal Constitucional. Después de la sentencia interpretativa del Constitucional respecto al decreto, los jueces han podido reanudar los juicios, el primero de los cuales fue el del caso Mediaset, que comenzó este lunes y a cuya vista Berlusconi no acudió.
El caso 'Mediatrade en el que se acusa al mandatario por fraude fiscal, tendrá su primera audiencia preliminar el próximo 5 de marzo, mientras que el caso Mills se reanudará el 11 de marzo, un proceso interpuesto contra Berlusconi por sobornar al abogado David Mills para que testificara a su favor en un juicio.
Asimismo, el próximo 6 de abril Berlusconi se enfrentará de nuevo a los Tribunales de Milán por el llamado caso Ruby, el proceso interpuesto contra el mandatario por prostitución de menores y abuso de poder, en el que la Fiscalía de Milán le acusa de haber mantenido relaciones sexuales con la joven Kharima Ruby El Mahroug, cuando era menor de edad y haber presionado a la Policía de Milán para que la liberaran cuando fue arrestada por robo.