El capitán del barco Maersk Alabama, el estadounidense Richard Phillips, que se encontraba retenido desde el pasado miércoles por un grupo de piratas somalíes, ha sido liberado este domingo tras una operación de rescate efectuada por la fuerza de intervención especial de la Armada, los SEALs, que se habría cobrado la vida de tres de sus cuatro secuestradores, y se encuentra sano y salvo a bordo del buque estadounidense USS Bainbridge, según fuentes oficiales a la cadena CNN. El cuarto de sus secuestradores se encuentra bajo custodia.
La Armada estadounidense confirmó instantes después la liberación del marinero estadounidense. “Se encuentra libre y a salvo”, según declaró el comandante John Daniels. La familia de Phillips, aclamado en Estados Unidos como héroe nacional por ofrecerse como rehén a cambio de la seguridad de su tripulación, ya ha sido informada de la liberación del marinero.
El barco capitaneado por Phillips se dirigía a Mombasa, Kenia, con una carga de ayuda alimentaria cuando fue secuestrado a unas 350 millas (casi 600 kilómetros) de la costa somalí, en el momento del asalto pirata. Parte de la tripulación, de 20 hombres, logró atrincherarse en una de las secciones inferiores del barco y horas después conseguía retomar el control del barco haciendo uso de la violencia. A su llegada a Mombasa, uno de los marineros calificaba de “héroe” a uno de sus compañeros. “Él y el jefe de ingenieros lograron atraer a un pirata hasta la sala de máquinas y luego saltaron sobre él”, explicó.
Sin embargo, los piratas lograron retener a Phillips y escaparon con él a bordo de un bote salvavidas que comenzó a ser seguido de cerca inmediatamente por al menos un buque de guerra estadounidense. Paralelamente, el FBI y líderes tribales somalíes gestionaban la negociación con los piratas, que exigían dos millones de dólares a cambio de la vida del capitán. El viernes, Phillips intentó huir del bote a nado, pero fue rápidamente capturado de nuevo por los piratas. También se intentó una operación de rescate, desbaratada por los asaltantes, que llegaron incluso a abrir fuego contra los soldados estadounidenses que intentaban alcanzar el bote.