Miles de manifestantes se echaron a la calle en las principales ciudades del Sáhara Occidental como respuesta a la resolución de la ONU que, aunque prolonga la estancia de la Minurso en la antigua colonia española, no da a los observadores internacionales la capacidad de controlar y emitir informes sobre la violación de derechos humanos en la zona por parte de las autoridades marroquíes.
Pese a la intención de Estados Unidos de dotar a la misión internacional de competencia en materia de derechos humanos, las presiones ejercidas por Madrid y París obligaron a los norteamericanos a dar marcha atrás.
Esta resolución ha sido presentada por el Reino de Marruecos como un triunfo de su cancillería y, de facto, como el reconocimiento de la soberanía marroquí del otrora territorio de ultramar español.
Las protestas, durante los últimos días, son constantes, aunque la concentración más numerosa se produjo este sábado en la ciudad de El Aiún, aprovechando la estancia en la antigua capital colonial española de una delegación de la Fundación Internacional de Mujeres en los Medios de Comunicación.
Durante los actos de protesta se pudieron ver numerosas banderas de la República Árabe Saharaui Democrática y se corearon cánticos a favor de la independencia del territorio y del Frente Polisario. Los independentistas exigen la celebración inmediata de un referéndum de autodeterminación en la zona. Según fuentes próximas al Polisario, se trata de las mayores concentraciones desde 1976, aunque este extremo no ha podido ser confirmado.
Según esas fuentes, se han producido multitud de incidentes entre policías marroquíes y manifestantes saharauis aunque no hay constancia de detenidos.
En todo caso, la ONG Amnistía Internacional informó que pese a que las protestas se estaban desarrollando en calma, se habían producido una treintena de heridos en la manifestación que se celebró el pasado 28 de abril en El Aiún donde la policía “se empleó con excesiva dureza”.