MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
El presidente de Yemen, Alí Abdulá Salé, se encuentra bien y tiene pensado regresar pronto de Arabia Saudí, donde se encuentra recuperándose de las heridas que sufrió en el ataque del pasado 3 de junio a la mezquita del palacio presidencial, según ha informado el ministro de Salud, Abdul Karim Rasea.
“Quiero tranquilizar a los yemeníes sobre la salud del presidente”, ha dicho el ministro, quien ha viajado a Riad para visitar a Salé y al resto de heridos en el ataque, en compañía del embajador yemení en el país, Mohammad Alí Muhsin.
“El estado de salud del presidente está mejorando día a día, así como el de los funcionarios heridos. Ellos están bien, su salud mejora constantemente”, ha dicho Rasea, en declaraciones recogidas por la agencia de noticias estatal, SABA.
Además, ha adelantado que Salé se dirigirá “muy pronto” a los yemeníes, aunque no ha especificado si lo hará todavía desde Arabia Saudí o a su regreso a Yemen, que se espera en un futuro cercano, según ha revelado.
Hasta que esto se produzca, el vicepresidente, Abd al Rab Mansur Hadi, ejercerá como presidente, secretario general del Congreso General del Pueblo (GPC) --partido en el poder-- y jefe de las Fuerzas Armadas en funciones.
Asimismo, Rasea ha desmentido las informaciones dadas por algunos medios internacionales, entre ellos Al Yazira, que han acusado al régimen yemení de censurar el seguimiento de la recuperación del mandatario.
En la misma línea se ha pronunciado en una rueda de prensa el viceministro de Información, Abdo al Janadi, quien ha asegurado que Salé evoluciona de forma satisfactoria, por lo que se espera su plena recuperación.
Janadi ha informado también acerca del curso de las investigaciones sobre dicho ataque, dirigidas por un comité de seguridad creado 'ex profeso', que estaría a punto de revelar sus conclusiones. “Yo creo que este horrible acto criminal fue llevado a cabo por una única persona o entidad”, ha apuntado.
El ataque contra el presidente se produjo en el marco de los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad yemeníes y los líderes tribales en la capital, consecuencia del apoyo que estos últimos han dado a los manifestantes democráticos, que desde el pasado mes de marzo exigen la dimisión de Salé.