Dos menores españoles, uno de diez y otro de doce años, han sido secuestrados en Venezuela junto a su tío, David Barreto, de 35 años, y a un hijo de éste, de diez años, ambos venezolanos, informó este martes la policía del noroccidental estado de Táchira, fronterizo con Colombia.
El jefe en Táchira del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), Gustavo Peña, declaró sin más precisiones a la emisora caraqueña Unionradio que el secuestro “presuntamente” ocurrió “en horas de la tarde de este pasado domingo”.
“El vehículo -de Barreto- fue hallado por la policía del estado Táchira en la carretera que conduce a los Llanos”, hacia la frontera con Colombia, apuntó, y agregó que “el personal antisecuestros se encuentra en la zona realizando las averiguaciones”. Los sobrinos de Barreto llegaron recientemente al país para disfrutar del período de vacaciones.
Se cree que es obra del Ejército de Liberación Nacional colombiano
El secuestro de este adulto y de los tres menores se produce diez días después de que el alto comisionado de la Presidencia de Colombia para la Paz, Luis Carlos Restrepo, denunciara que el Ejército de Liberación Nacional (ELN) de ese país secuestra extranjeros en Táchira, entre ellos ciudadanos españoles.
Algunos miembros de “la comunidad gallega del Táchira” se han convertido en “víctimas sistemáticas” del secuestro en la zona fronteriza del lado venezolano, sostuvo Restrepo, al aludir al anuncio de líderes del ELN de que se estudia la posibilidad de dejar los secuestros como fuente de financiación.
Sin embargo, Restrepo afirmó que desde que se sentaron en la mesa de diálogo, en diciembre del 2005, “el ELN ha secuestrado cerca de cien personas, una cada semana (...), algunos ciudadanos españoles en el Táchira”.
“Eso no es comprensible. Nosotros sentimos una profunda vergüenza, tanto con el hermano país de Venezuela como con esta comunidad española”, subrayó Restrepo.
No es el único caso de españoles secuestrados en Venezuela
El 28 de mayo pasado, la policía venezolana rescató, tras un tiroteo, al empresario de origen español Nicolás Alberto Cid Souto, que había sido capturado un mes antes en el céntrico estado de Cojedes.
Cid Souto, nacido en Orense (Galicia), es presidente del Grupo Souto, uno de los más poderosos entramados agro-industriales de Venezuela, que incluye desde la producción de alimentos compuestos a la explotación y comercialización de aves de corral y productos cárnicos diversos.
El gobernador de ese estado, Johnny Yanez, precisó que el empresario, de 76 años, fue rescatado en buenas condiciones físicas, lo que entonces fue confirmado por fuentes de la embajada española en Venezuela, que aún no se ha pronunciado sobre el nuevo caso.
El 8 de mayo último, el ministro español de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, se reunió en Caracas con el vicepresidente venezolano, Jorge Rodríguez, con el que trató varios asuntos, entre ellos el caso de ciudadanos españoles secuestrados en este país.
Además de Cid Souto, también en abril, fue secuestrado Francisco Muradás, de 65 años y natural de Forcarei (Pontevedra) y radicado en Venezuela hace casi medio siglo, y que sigue en cautiverio.
Un tercero, Manuel Negreira Trigo, originario de Carballo (La Coruña), fue hecho rehén por hombres armados en el estado occidental de Zulia, asimismo fronterizo con Colombia, y fue liberado poco después.
El vicepresidente venezolano se comprometió con Caldera a mantener “una línea directa de comunicación” con la embajada española y garantizó su apoyo para intensificar los esfuerzos que permitan la liberación de los secuestrados.
Caldera también recibió el compromiso del ministro venezolano de Interior, Pedro Carreño, quien le expresó la total colaboración de las autoridades venezolanas en esos casos.
Caldera indicó entonces que la embajada española está en contacto con los familiares de los secuestrados y que “las autoridades venezolanas están haciendo todo lo que está en su mano” para lograr las liberaciones, y precisó que “no hay una elección deliberada de nacionalidad” en los secuestros que se producen en Venezuela.