Un total de cuarenta personas fallecieron y sesenta resultaron heridas tras la explosión de cinco coches bomba cerca de las oficinas de agencias humanitarias extranjeras y del consejo provincial de la ciudad de Kandahar, sur de Afganistán, según el último balance de víctimas ofrecido por la cadena BBC.
La explosión, que se produjo poco después de conocer los primeros resultados de los comicios presidenciales, provocó daños materiales en los edificios próximos dónde estaban aparcados los coches bomba, como un salón de bodas o la sede de una importante empresa de la construcción japonesa. Asimismo, las ventanas de muchos edificios colindantes quedaron hechas añicos como consecuencia de la deflagración, según testigos.
Por otro lado, la agencia independiente Pajhwok informa de que la cifra total de fallecidos fue de 30 personas y de 40 heridos en las explosiones registradas en el barrio de Shari Naw.
Inmediatamente después de los atentados, el Ejército y la Policía afganos junto con fuerzas canadienses bajo el mando de la OTAN acordonaron la zona, donde se encuentra una base militar y las oficinas de un proyecto de construcción japonés.
Según informa la cadena británica, ningún grupo ha reclamado la autoría del ataque en Kandahar, refugio de muchos milicianos talibán. Así las cosas, la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF) informó de que el pasado jueves, día en que se celebraron las elecciones presidenciales, se produjeron al menos 400 ataques en todo el país.
Previamente, la explosión de una bomba acabó con la vida de cuatro tropas norteamericanas, mientras que un soldado británico murió como consecuencia de la gravedad de sus heridas tras una explosión cerca de la localidad de Sangin, en la provincia de Helmand.