KABUL, 4 (Reuters/EP)
Al menos ocho soldados del Ejército de Estados Unidos y otros dos de las fuerzas armadas afganas murieron ayer sábado como consecuencia de dos ataques perpetrados por milicias tribales en una zona remota de la provincia de Nuristan, en el este de Afganistán, indicó hoy un alto cargo del Ejército norteamericano, el coronel Randy George.
Según informó la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), grupos insurgentes atacaron dos puestos de avanzada de las fuerzas lideradas por la OTAN, uno situado junto a una mezquita local y el otro en las afueras de una aldea, en el atentado más sangriento contra las tropas norteamericanas en lo que va de año.
Las tropas de la ISAF intercambiaron disparos durante varias horas con los milicianos. El Ejército estadounidense ya había anunciado que iba a abandonar la zona, cercana a la frontera de Pakistán, como parte de la nueva estrategia diseñada por el general Stanley McChrystal, quien ha optado por fortalecer la presencia militar en núcleos de población con mayor densidad demográfica.
“Mis condolencias a los familiares de todos aquellos a los que hemos perdido”, indicó en un comunicado el coronel George, comandante de las tropas norteamericanas en el este de Afganistán. “Fue un ataque complejo que se produjo en un zona complicada. Tanto los soldados estadounidenses como los afganos lucharon con valentía y unidad. Estoy extraordinariamente orgulloso de su profesionalidad y valor”, añadió.
El comunicado recuerda que “las fuerzas de la coalición habían anunciado previamente” sus planes para abandonar la zona con el objetivo de “proteger zonas más pobladas” que siguen bajo control de los talibán.