Tanques y francotiradores se apoderan de la ciudad siria de Deraa

AMÁN, 26 (Reuters/EP)

Este martes se han oído tiroteos y disparos de la artillería del Ejército sirio en la ciudad de Deraa, en el sur del país, mientras los civiles se refugiaban en edificios para protegerse de los carros de combate y los francotiradores apostados en las calles, según ha informado un vecino.

El presidente de Siria, Bashar al Assad, contra cuyo régimen autocrático se están llevando a cabo manifestaciones desde hace un mes en varios lugares del país, envió al Ejército a Deraa y a dos barrios periféricos de Damasco --Douma y Mouadhamiya-- este lunes para reprimir las protestas, con el resultado de 20 personas muertas, según Sawasiah, un grupo sirio defensor de los Derechos Humanos.

Sawasiah también ha dicho este martes que las fuerzas de seguridad arrestaron a 500 partidarios de la democracia en Deraa después de que entrasen los tanques y que en Douma han fallecido otras dos personas.

Según la organización Amnistía Internacional (AI), que se basa en datos proporcionados por personas que se encuentran en Deraa, al menos 23 personas perdieron la vida cuando los carros de combate bombardearon la ciudad. AI cifra en un mínimo de 393 las personas que han fallecido en Siria a manos de las fuerzas de seguridad desde que comenzaron las protestas en favor de la democracia, hace cinco semanas.

Fuentes diplomáticas han dicho que el número de civiles muertos podría llegar a los 50 en Deraa y a doce en el barrio damasquino de Mouadhamiya. Los habitantes de Barzeh, también en Damasco, han relatado que las fuerzas de seguridad han disparado contra manifestantes desarmados mediante una ametralladora colocada en un camión.

Al Assad levantó el jueves pasado el estado de emergencia, vigente durante 48 años, pero al día siguiente murieron unas cien personas mientras participaban en distintas manifestaciones.

AL ASSAD RECURRE A LA FUERZA

Varios activistas han afirmado que los incidentes violentos del viernes pasado y la actuación de las fuerzas de seguridad en Deraa este lunes demuestran que el presidente ha recurrido a la fuerza para hacer frente a las protestas en lugar de llevar a cabo reformas.

Un diplomático ha señalado que “el régimen ha elegido recurrir a una violencia excesiva”. “Funcionó en 1982, pero no hay garantías de que vaya a funcionar en la era de Internet y los teléfonos móviles con cámaras”, ha añadido, refiriéndose a la masacre de Hama, que ocurrió en 1982 cuando el Ejército sirio aplastó con violencia una revuelta suní contra el régimen del presidente Hafez al Assad (padre de Bashar), causando la muerte de unas 30.000 personas.

Alí Al Atassi, un destacado activista cuyo padre pasó 22 años en la cárcel mientras gobernaba Hafez al Assad, ha dicho que ahora no podría producirse otra masacre como la de Hama. “En aquel momento, el mundo no vio ni una sola imagen de un cadáver, pero ayer se pudieron ver en Internet durante unas horas todas las fotografías después de que los carros de combate entraran en Deraa”, ha señalado.

A su juicio, el régimen de Al Assad “no comprende que el mundo ha cambiado, que la región árabe ha cambiado y que el pueblo sirio ha cambiado”. “Siguen en el pasado, pero quienes no quieren cambiar en el momento adecuado se verán obligados a cambiar igualmente ”, ha advertido.

INCOMUNICADOS EN DERAA

Los residentes en Deraa han informado de que las líneas telefónicas, el suministro eléctrico y el de agua están cortados. Uno de ellos ha declarado a la agencia Reuters que la pasada noche se oyeron tiroteos de forma intermitente y, ya por la mañana, disparos de artillería y de ametralladoras.

“A veces oyes muchos disparos de ametralladoras de todas direcciones con los que posiblemente solo pretenden asustar y aterrorizar a la gente”, ha contado este vecino, que ha añadido que los habitantes de Deraa tampoco se pueden comunicar entre sí.

La fuente ha comentado que los vecinos creen que los francotiradores siguen en sus puestos. “No quieren que la gente entierre a sus muertos”, y sin electricidad las mezquitas no pueden anunciar los nombres de los fallecidos, ha agregado.