MANILA, 9 (Reuters/EP)
La expresidenta filipina Gloria Macapagal Arroyo, acusada de fraude electoral en los comicios de 2007, ha sido trasladada este viernes por orden del tribunal de un hospital privado a una instalación militar en la que esperará la decisión de la corte sobre su caso.
Arroyo, presidenta desde 2001 a 2010 y ahora miembro del Congreso se ha convertido en el punto de mira en la carrera contra la corrupción del actual presidente Benigno Aquino. Arroyo, de 64 años, declaró ayer jueves en una entrevista en la cadena de televisión GMA que el Gobierno de Aquino la estaba tratando injustamente.
“La nueva Administración me ha perjudicado. Están usando la demagogia para desacreditarme por completo”, denunció. “Por supuesto que si consiguen destruirme, él se quedará a gusto”, añadió refiriéndose a Aquino.
Los abogados de Arroyo han solicitado al Tribunal Supremo la anulación de la orden de arresto y los cargos de fraude electoral.