MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
El periodista disidente Guillermo Fariñas continúa “inconsciente” y ha sido trasladado a la unidad de cuidados intensivos del hospital Arnaldo Milian Castro en Santa Clara, en la provincia de Villa Clara, al que le han traslado hace algo más de 40 minutos después de que el periodista, tras ocho días de huelga de hambre y sed, cayera inconsciente.
“Hace alrededor de 40 minutos su esposa vino a recogerle ropa. Continuaba inconsciente”, explicó la portavoz del periodista, Licet Zamora, a Europa Press por teléfono. “Veremos qué pasa”, apostilló, preguntada sobre si temen que el periodista pueda fallecer este mismo martes o si hay probabilidades de que le puedan estabilizar.
“Estaba muy deshidratado. Lo están hidratando en este momento. Sabemos que está bastante grave por las secuelas que padece desde hace cuatro años”, explicó Zamora, recordando que la huelga que comenzó hace ocho días Fariñas para protestar por la muerte del disidente Orlando Zapata es la número 23 que realiza desde 1995.
Zamora admitió que, en la última huelga de hambre que mantuvo Fariñas en 2006 para pedir el libre acceso de Internet en Cuba “cayó inconsciente a los 18 días y esta vez cayó a los ocho días” de mantener la huelga de hambre y sed.
La esposa de Fariñas, Clara Pérez Gómez, y el médico independiente Miguel Iglesias que le ha estado acompañando estos días en su casa de Santa Clara, se han desplazado con el disidente al hospital, mientras que su hija, de nueve años, permanece en la casa familiar.
VISITA DE LAS DAMAS DE BLANCO
Poco antes de desmayarse Fariñas había recibido la visita de varias representantes de las Damas de Blanco. Según relató por teléfono a la página web 'Misceláneas de Cuba' una de ellas, Laura Pollán, viajaron desde La Habana hasta Santa Clara para pedir a Fariñas que “dejara la huelga de hambre y pensase que es mucho más importante vivo para todo el pueblo de Cuba”.
Según Pollán, Fariñas les dijo que no podía abandonar la huelga. “Nos planteó que no puede abandonar, que tiene que morir o de lo contrario se tiene que liberar a todos los presos que están muy enfermos y acercar a los que están alejadosde sus provincias”.
En un momento dado, el periodista les dijo que “morir por la patria es vivir”. “No tuve palabras después de eso”, aseguró Pollán muy emocionada. “Qué puedo decir a un hombre que está dispuesto a dar su vida por el pueblo de Cuba y la libertad de los presos”, se preguntó.