La burbuja inmobiliaria parece que en Fuerteventura nunca termina de inflarse. Una promotora de Tenerife pretende quedarse con 325.000 metros cuadrados entre El Roque y El Cotillo, mientras reclama que en el nuevo Plan Insular de Ordenación (PIOF) se recalifiquen los terrenos para levantar una macro urbanización turística.
El pueblo de El Cotillo es una de las piezas más codiciadas para la especulación urbanística. La empresa Promociones COTUCASA, radicada en Tenerife, es la propietaria de una parte del enorme espacio virgen que se extiende entre el núcleo de El Roque y el pueblo de El Cotillo.
En concreto, tiene registrados 560.205 metros cuadrados, pero pretende hacerse con otros 324.800 metros cuadrados que no constan inscritos a nombre de nadie en el Registro de la propiedad.
La operación que ha puesto en marcha la promotora consiste en iniciar un procedimiento para “actualizar” las dimensiones de su finca, de tal manera que pretende aumentar su superficie, modificar los linderos, anexionarse los citados 324.800 metros cuadrados y hacerse con un total de 885.006 metros cuadrados.
La promotora ha puesto en marcha el expediente para incrementar la “cabida” de la finca utilizando el procedimiento de “expediente de rectificación de descripción, superficie o linderos” previsto en el artículo 201 de la Ley Hipotecaria.
Desde la Notaría de Corralejo se han enviado notificaciones a los propietarios de suelo que lindan con la finca de la promotora COTUCASA, cuya administradora es Julia Alison Killick, para que, en el caso de sentirse perjudicados, puedan comparecer y “oponerse” o alegar lo que estimen oportuno “en defensa de sus derechos”.
La alarma ha saltado entre propietarios de terrenos en la zona que pueden verse afectados y algunos ya han presentado alegaciones en el expediente. En el Norte, circula la preocupación y funciona el boca a oído: son constantes los consejos de unos vecinos a otros para que pongan en orden sus escrituras y herencias.
En el imaginario colectivo están presentes los múltiples casos en Fuerteventura de apropiaciones de fincas y casas por desconocimiento de sus legítimos dueños, o los temidos expedientes de dominio.
Las intenciones de la empresa con los terrenos -los que tiene a su nombre y los que quiere registrar- están claras: cuando la Consejería de Ordenación del Territorio, dirigida por Blas Acosta, abrió la ventanilla para la presentación de sugerencias al nuevo PIOF, la promotora presentó una iniciativa para que se le incluyese una macro urbanización de casi 3.000 plazas hoteleras a la entrada de El Cotillo, con instalaciones deportivas y un geriátrico vinculado a la explotación turística.
Se da la circunstancia de que cuando presentó la iniciativa al Plan Insular, la promotora aseguraba en la documentación que era ya propietaria de 834.738 metros cuadrados. La empresa quería aprovechar que en el Plan Insular en trámite se contemplaba el otorgamiento de hasta 1.000 camas a hoteles vinculados a “instalaciones deportivas” o “de salud, balnearios y similares”.
Además, el proyecto presentado por COTUCASA para la macro urbanización de El Cotillo propone crear una especie de circunvalación y una nueva carretera desde El Roque hacia el faro y también hacia el sur.
En el proyecto se detalla la urbanización de casi medio millón de metros cuadrados y, según la empresa, el coste ascendería a 263 millones de euros, de los que 179 se destinarían a la construcción del equipamiento hotelero.
El Plan Insular de Ordenación se ha quedado sobre la mesa y su tramitación se ha postergado a la espera de los próximos resultados electorales. En uno de los borradores del nuevo planeamiento insular se especificaban las consideradas “zonas turísticas estratégicas” con las que podría contar Fuerteventura. Una de ellas es la de El Cotillo, una amplia franja de más de 1,8 millones de metros cuadrados.
En el PIOF se reconocía su proximidad a “áreas protegidas por sus valores” naturales, como una cercana Zona de especial protección de aves. Sin embargo, consideraba que era “un emplazamiento idóneo para la ubicación de una zona turística estratégica que recualifique ya la existente, como zona turística principal de la costa noroeste de Fuerteventura”. En ese sentido, se planteaba la urbanización del área comprendida entre la urbanización Los Lagos al norte y los terrenos entre El Roque y El Cotillo hacia el sur.
Rechazo del Ayuntamiento
Rechazo del AyuntamientoEl alcalde de La Oliva, Isaí Blanco, ha tratado de tranquilizar los ánimos de los vecinos. Asegura que el Ayuntamiento no tiene intención de ampliar el suelo urbano o turístico en el pueblo de El Cotillo y que la zona en la que la promotora COTUCASA está impulsando una macro urbanización se debería mantener “como suelo rústico en el planeamiento futuro”.
Blanco se ha comprometido a “mantener la identidad de El Cotillo como pueblo pesquero”. “Nuestra apuesta es un modelo de calidad y no de cantidad, mejorar primero lo que ya tenemos, que buena falta le hace”, añade. La concejal de Urbanismo, Omaira Saavedra, asegura que el Consistorio ha pedido al Cabildo que no se califique “ningún suelo turístico estratégico en el entorno de El Cotillo”.
El equipo del PIOF
El equipo del PIOFEn enero del año pasado, en el casino de Antigua, se presentó el borrador del nuevo PIOF, bajo el auspicio del consejero Blas Acosta. Su redactor ha sido Francisco González Jaraba, cuyo despacho fue precintado y registrado por la Policía en 2007 en el marco de la ‘operación Góndola’. González Jaraba también está al frente del Plan General de La Oliva.
Como responsable ambiental del PIOF figura el biólogo Rosendo López. Su nombre aparece vinculado a otra operación urbanística en El Cotillo, la del ‘SAU 8’, que luego fue anulada por los tribunales. López también firma el estudio ambiental para un complejo hotelero en primera línea de costa en El Cotillo, en la zona de Marfolín, que planteaba la eliminación de una calle y que levantó una ola de rechazo en el pueblo.