Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona y Master en Periodismo y Comunicación por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Fue Jefe de la Sección Política del periódico Canarias 7, Jefe y analista de la Sección de Economía del periódico La Provincia, Jefe de las secciones Nacional, Internacional, Edición y Cierre de La Opinión de Murcia, Corresponsal y analista económico en Canarias del periódico La Gaceta de los Negocios, Director del diario La Tribuna de Marbella, Jefe del Gabinete de Comunicación del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Director del diario La Gaceta de Las Palmas, Cofundador y director del peridico digital CanariasAhora.com. Director del Canal Canarias de la productora Media Report y Director de la Televisión Canaria Internacional. Como escritor, ha publicado cinco libros.
Estamos envenenados hasta los huevos. ¡Que nos comen los bichos por las patas!
Anda cierta parte del personal y los personajes comiendo ya semen de pulpo, plato que ha inventado un tal Muñoz, que no es hijo, sobrino o nieto del exalcalde pantojista marbellí sino eso que llaman “una joven promesa del cheffismo manducario o manducante” - un político emergente, en otros casos y esferas – apareado, además de con grandes ornamentos en los lóbulos de las aurículas, con una señorita de revista cutrónica entregada al selfi o posfotovanidad y a mostrar e insinuar supuestos encantos hasta que suenen las campanas de la venenosa toxina botulínica o botox, no un nuevo nombre para el sufragio secesionista sino ese chute incoloro que, intentando emular a Dorian Gray, convierte los rostros en el Cañón del Colorado, con la ayuda exógena de cirugías bananeras transnacionales que han logrado que no se sepa la nacionalidad de un culo, salvo que se muestre el pasaporte. Luego, si hay quienes andan todo el día llorando el imperio del denominado neoliberalismo, sensu contrario, camino alborozado con el nacimiento y consolidación de un nuevo surrealismo de patanes y destripaterrones al que, sin duda, llamaría surrestultitia. Ella da mucho juego a la hora del pensamiento, la palabra y el humor abracadabrante, aparte de ofrecer novedosos regates en el tablero de la ironía, la metáfora y el sarcasmo. Desde el Jaque del Loco o el Jaque Pastor hasta la Defensa Siciliana o el Gambito Evans.
Rebelión en la granja
De hace ya bastante tiempo a esta parte, y acompañando a las tesis sobre la depredación que ejerce el hombre, la mujer, el gay, la sáfica y el trans sobre el medio ambiente - múltiples y pérfidas acciones que han sido agrupadas bajo el problema del cambio climático – desde estaciones atrás, da la impresión de que la fauna planetaria se ha rebotado en grado sumo y Krav magá y no está dispuesta a permitir que reventemos la tierra en unos cuantos años más. De momento, las agencias de inteligencia no han encontrado suficientes pruebas para, al modo de la Primavera Árabe, inferir que estamos en medio de un verano zoopandémico, pero sí es cierto que, aparte del VIH y el ébola, nuevos bichos cojoneros campan a sus anchas jodiendo al probo veraneante, esclavo durante once meses y que, en libertad vigilada, debe sufrir durante el mes de vacaciones atascos, pisotones, comida basura, accidentes de carretera, estrés al volante, barriga cervecera, multas de circulación, feroz gregarismo, escalope de arena, enterococos sin ron, piña ni piedad, Trichodesmium erythraeum o microalgas, crueles violaciones de rayos UVA y UVB por no usar lubricantes apropiados y hasta elefantes que embisten y tiburones que, de momento, andan nadando y guardando la ropa. El asunto se ha vuelto tan disparatado que, a las disensiones entre el Gobierno central y el autonómico sobre el microalguismo, ya se habla por ahí que la canción del verano en las Islas es un bolero-karaoke (?) titulado “Quiero ser tu microalga”, a la manera en que Carlos de Inglaterra quería ser el Tampax de Camila Parker Bowles, dama de alto copete no muy agraciada en la faz pero, según los corrillos de palacio y aledaños, una auténtica fiera en Flex, Pikolín e incluso moqueta. Así, en medio de todo este caos globalizante, no es de extrañar que turistas, personal autóctono y ciudadanos de todo el globo sientan que les están tocando los testículos. De ahí al brutal fraude de los huevos contaminados con el pesticida fipronil va solamente un salto de gallina, polla o pita.
Pese a que, una vez ido, iro, marchado, transitado el capitán Alatriste a Flandes para poner orden, ese territorio parecía ya dedicado exclusivamente a las papas con mayonesa y a tejemanejes políticos comunitarios, lo cierto es que allá debió llegar también el germen de la picaresca y el tocomocho a la flamenca. La respuesta de los patriotas españoles no se ha hecho esperar y ya anda circulando por Madrid un autobús euroescéptico que lleva rotulada la siguiente frase: “Los españoles tenemos suficientes cojones para que no nos toquéis los huevos”. En efecto, el restaurante madrileño Los Huevos de Lucio sigue funcionando con absoluta normalidad y ovoides como Dios manda. Estrellando huevos que es gerundio.
Ecos de una gran mentira
Acepto una llamada de Sir Arthur y me comunica que ha recibido una notable filtración de la Cámara de los Comunes que pronto llegará a todos los periódicos: durante cuatro años las campanas del Big Ben dejarán de sonar. Alarmado, y después de hablar con Sherlock y Watson, Conan Doyle decidió telefonear a Steves Jaggs, guardián del ingenio victoriano, quien efectivamente le confirmó que van a emprenderse obras de cara a “conservar en óptimas condiciones el reloj a largo plazo, protegiendo y preservando también la Elisabeth Tower”, su morada desde hace casi 160 años. Aunque sonará en Fin de Año y el Domingo de Conmemoración, el gran reloj de relojes, uno de los monumentos más fotografiados de la tierra, quedará 'afónico' desde el próximo 21 de agosto hasta el año 2021, aunque sus agujas serán alimentadas con un motor eléctrico para que siga marcando la hora, mientras se revisa y pone a punto toda la compleja maquinaria. Según Sir Arthur, Holmes mostró su contrariedad al conocer la noticia, ya que investigaba una supuesta relación de las campanadas con la actividad social, la violencia y el consumo de cerveza negra en las tabernas de un viejo muelle del Támesis.
Por mi parte, hace tiempo que no siento nada al hacerlo contigo, porque ando con una especie de smog en la cabeza producto, a mi juicio, de advertir que cada día es más evidente que vivimos una gran mentira. Si las redes y las nasas sirven para atrapar peces, las telarañas, para inmovilizar insectos y la MetroGuagua vaya usted a saber para qué, las mentiras atrapan e inmovilizan a los seres humanos. De manera más firme e intensa cuando existen tsunamis informativos constantes que, lejos de provocar claridad, conducen a la confusión y atontamiento. Un bombardeo de noticias tiene más daños colaterales de los que imaginamos. Y si la capacidad de análisis crítico es prácticamente inexistente, apaga la luz y vámonos. Tan obnubilado circulaba, tan metido en el mundo de la economía y la política, que me olvidé que te olvidé, que hace seis años y veintipico días murió Amy Winehouse, esa Billie Holliday huesuda de tantas de mis horas. El asesinato del tempo por el tiempo y sus venenos.
Ahora que se ha decretado “el fin de la crisis”, me reafirmo en postulados ya antes colocados sobre el papel: la crisis no ha sido otra cosa que una limpieza del mercado de trabajo, una precarización brutal del empleo, un empobrecimiento de las clases más débiles y el mantenimiento e incluso notable aumento del beneficio oligárquico junto a una criminal desigualdad en el reparto de la riqueza. La crisis, como una fisión nuclear, ha dejado en España una enorme resaca que no es otra cosa que un desastre estructural que tiene varias cruces que destilan sangre: el paro (dos millones de personas han quedado en las cunetas), la desesperanza de los jóvenes y el endeudamiento. Hay un ejemplo esclarecedor: el sector de la hostelería, pese al aumento muy significativo de la afluencia turística, es el que mantiene las condiciones laborales y los salarios más paupérrimos. Particularmente sobre este asunto en Canarias, la Ley del Suelo, Alquitrán, Empedrado, Adoquinado, Solado y Firme el ademán de Clavijo ya ha sido acogida con cohetes y voladores en Fuerteventura, supongo que para seguir el camino que lleva a Belén … perdón, a Dubai. Ya veremos en qué termina esa fiesta que parte de un brutal error: considerar eternas coyunturas que son muy específicas y determinadas. De un brutal error y de la gran presión sobre el clavijero de CC de aquellos que ven a punto la almadraba para volver a los pingües beneficios, pero con salarios de angustia y paisajes que jamás volverán. Al haber tanto desempleado, no es el neoliberalismo lo que se practica, sino la política del potaje de lentejas: es lo que hay. Si quieres las tomas o si no, las dejas. Y que pase el siguiente.
Como poder, podría...
Sí claro, poder podría…podría hablar de todos los artilugios y artimañas jurídicos puestos en marcha para evitar el good bye catalán unilateral basado en la Ley Universal de la Autodeterminación y tiro porque me toca. Podría hablar y acogerme a aquello que dice “Vale más ponerse rojo una vez que amarillo cien veces” … y también se me ocurren cosas acerca de ese gilipollezco vocablo: plurinacionalidad, que algunos consideran la primera piedra de un Estado Federal, sin tener la menor idea de Ciencia Política. No obstante, acabo de leer un artículo que, a mi juicio, aborda bastante bien esa cuestión del Estado de Naciones, las naciones de pueblos, los pueblos de pedanías y las pedanías de algarrobos. Eso sí, con aforados, asesores, gabinetes, coches oficiales, endeudamiento y corrupción en la onda habitual y trillada del “No me consta”.
Prefiero destacar algo que me ha llamado mucho la atención: la tan demandada memoria histórica ha llegado a USA sin tener que aflojar los 33.000 euros que tuvimos que darle a Clavijo y cohorte para que cogieran el avión con la intención de que Donald o algún amigo montara en Ripoche una fábrica de chicle Bazooka. Sí señores, señoras, gays, sáficas y trans, el cristo que se montó en Charlottesville – nada tiene que ver con Chaplin ni con Candilejas – proviene de y tiene su origen en la decisión del Ayuntamiento de eliminar una estatua en homenaje a Robert E. Lee (1807-1870), general del Ejército Confederado durante la Guerra Civil. La estatua ecuestre está en el Parque de la Emancipación, que se llamaba Parque Lee antes de que el ayuntamiento cambiase su denominación durante el trámite sobre la retirada del bronce del militar a caballo. ¿Qué pasará si sacan a Franco del Valle de los Caídos?
Epílogo
En agosto no hay epílogos. Pero, por si acaso, dejo un pensamiento de Francis Bacon para la sobremesa … Sí, cualquier día vale:
“La lectura hace al hombre completo. La conversación lo hace ágil. La escritura lo hace preciso”.
Anda cierta parte del personal y los personajes comiendo ya semen de pulpo, plato que ha inventado un tal Muñoz, que no es hijo, sobrino o nieto del exalcalde pantojista marbellí sino eso que llaman “una joven promesa del cheffismo manducario o manducante” - un político emergente, en otros casos y esferas – apareado, además de con grandes ornamentos en los lóbulos de las aurículas, con una señorita de revista cutrónica entregada al selfi o posfotovanidad y a mostrar e insinuar supuestos encantos hasta que suenen las campanas de la venenosa toxina botulínica o botox, no un nuevo nombre para el sufragio secesionista sino ese chute incoloro que, intentando emular a Dorian Gray, convierte los rostros en el Cañón del Colorado, con la ayuda exógena de cirugías bananeras transnacionales que han logrado que no se sepa la nacionalidad de un culo, salvo que se muestre el pasaporte. Luego, si hay quienes andan todo el día llorando el imperio del denominado neoliberalismo, sensu contrario, camino alborozado con el nacimiento y consolidación de un nuevo surrealismo de patanes y destripaterrones al que, sin duda, llamaría surrestultitia. Ella da mucho juego a la hora del pensamiento, la palabra y el humor abracadabrante, aparte de ofrecer novedosos regates en el tablero de la ironía, la metáfora y el sarcasmo. Desde el Jaque del Loco o el Jaque Pastor hasta la Defensa Siciliana o el Gambito Evans.