Coincidiendo con la celebración de San Buenaventura y la virgen de La Salud, tienen lugar en Arure la ofrenda del Ramo: un pequeño árbol formado por múltiples productos de la tierra y adornado con helechos y flores. Una familia se encarga de hacerlo, como pago de una promesa, y al año siguiente le tocará a otra. Unido a ello, el correspondiente ritual religioso, acompañado de la música de chácaras y tambores, canto de romances y el baile.
Esta emotiva celebración acoge cada 15 de julio a muchos vecinos y visitantes de otros municipios que no quieren perderse esta procesión, donde Ramo y Virgen se acompañan al son de las chácaras, los tambores y un emotivo Ave María.
Tal y como relatan Miguel Ángel Hernández e Inma Hernández en un artículo publicado en la revista Bienmesabe, la fiesta empieza por la mañana, en la casa de la familia que ha hecho la promesa de confeccionar el Ramo. Allí se congregan los que van a participar en su elaboración y se les agasaja con un brindis sencillo consistente en pan, bollos, galletas (amasijos en general porque para esos días se amasaba), higos pasados, queso, vino, etc. Una vez el Ramo está terminado, se lleva en procesión acompañado de tambores y chácaras, hacia la Iglesia.
En el camino, se improvisan pies de romances para la ocasión que hacen referencia a la familia encargada de hacerlo y a la promesa cumplida.
Gracias te damos, cumplida
nuestra promesa ofrecida.
El Ramo lleva un espejo
que alumbra con su reflejo.
El Ramo se coloca al lado del altar. Se celebra la misa, y una vez concluida sale la procesión.
En la fiesta de la Virgen de la Salud, sale la procesión de la Iglesia de Arure encabezada por el Ramo y seguida por la imagen de la Virgen, que se llevan hasta la carretera general y a continuación regresan al templo.