Espacio de opinión de La Gomera Ahora
Construir un “Territorio con proyecto”
El pasado sábado día 27 se celebró el Día Mundial del Turismo. Entiendo que con acertado criterio, se decidió orientar nuestra celebración insular a realizar una jornada de mañana y tarde para hablar de turismo y desarrollo. Buen tiempo, alta participación y adecuado escenario, ya que las instalaciones y la comida - que pagamos de nuestros bolsillos- del Jardín Tecina están a gran nivel.
Bueno, tras la euforia inicial me gustaría dejar algunos brochazos, como diría Isidro Ortiz, sobre las aportaciones, que desde mi condición de agente de desarrollo local, más interés me suscitaron. No es una crítica especializada ni un resumen de nada, tan sólo una visión personal que pretende dejar constancia y mostrar agradecimiento a la propia existencia de personas, profesionales, experiencias e ideas claves que transitan el camino de la coherencia, la participación, y la sostenibilidad. Como es un artículo breve, y es más que posible que deje sin mención muchos contenidos de interés, conviene dejar claro que son todos los que están pero no están todos los que son.
Se dijo que la sostenibilidad no hay que verla como un compromiso costoso o difícil de llevar, sino como una carta de presentación, como punto de muestra de la excelencia turística de La Gomera de la que la propia industria turística se debería beneficiar. Cipriano Marín mencionaba que La Gomera podría trabajar en ser referente como modelo de sostenibilidad mundial - eso fue lo que precisamente animó la redacción del ECOPLAN de La Gomera allá por 1985 -. Puso ejemplos y referencias mundiales en el ámbito de la gestión sostenible del turismo: turismo en la Gran Barrera de Coral Australiana, hoteles en Jordania, modelo de gobernanza en destino en Escocia, diversas Reservas Mundiales de la Biosfera, Renewable Energy Opportunities, etc.
El relato de buenas prácticas mundiales en la gestión del agua, la movilidad, la integración de las infraestructuras en el medio y el tratamiento de los residuos, capturó la atención y el interés de los asistentes. Habló el ponente del programa “My Biosphere Reserve becomes smarter” y sobre la necesidad de que las Reservas de la Biosfera se doten de planes de acción coherentes y de observatorios de la sostenibilidad que permitan medir acciones y logros en forma objetiva. En su opinión las Reservas de la Biosfera deben buscar formas de gobernanza innovadoras y flexibles, que faciliten la interacción entre un territorio singular y su poblamiento.
El Garajonay y La Gomera no son una misma cosa, pero el ya conocido esfuerzo de Angel Fernández contribuye bastante a que los percibamos como un todo. Este explicó, en cifras contundentes, el número de especies endémicas que tenemos y su vulnerabilidad; trató del liderazgo que tenemos en Europa en cuestión de biodiversidad única. Habida cuenta de ello se hace necesario optimizar la interpretación de todo este patrimonio natural exclusivo, hay que buscar fórmulas que nos ayuden a enseñar, a interpretar. También trató del Programa de la Carta Europea de Turismo Sostenible e hizo un desglose del gasto turístico por sectores en La Gomera, clarificando que de los 80 millones € que gastan los turistas en La Gomera, 25 millones € son debidos a la atracción e influencia del P.N. Garajonay. El Garajonay ingresa seis veces más de lo que cuesta su gasto anual (3,78 millones €).
La exposición del arquitecto Juan Palop me pareció excelente, atípica. A palo seco, sin soportes audiovisuales y desde la contundencia que le proporciona conocer su profesión, habló de urbanismo y de sociedad. Intentó correr el telón sobre el “viejo urbanismo” que no es “metabólico”, que no fomenta la participación y sí las plusvalías, en contraposición puso en valor un nuevo replanteamiento de la sociedad basado en una “emergencia cultural”, un “valor añadido” o un “nuevo paradigma”.
Para el futuro de La Gomera aventuró dos escenarios. Por una parte puede ser el último reducto en Canarias para hacer aterrizar capital privado “de antiguo orden”, para crear infraestructuras de diversa índole, o bien puede ser la isla que tenga un proyecto cultural y de sociedad, un territorio con un proyecto basado en una “ideología sistémica”.
Cuestionó que el lujo consista construir siempre algo más grande. El lujo, sobre todo para los turistas con mayor capacidad de gasto, puede significar, sencillamente, contaminar menos, ser menos tóxico o elaborar productos gastronómicos con alimentos locales.
Puso el ejemplo de la multinacional Nike para explicar que para captar al consumidor y al turista no basta con dirigirse al poder adquisitivo más alto, opta por centrarse en atraer “estilos de vida”, esto son experiencias en los que millones de personas se sientan atraídos e identificados de forma clara. La Gomera podría ser pues, el lugar donde se proyecte un “estilo de vida” que capte personas identificadas con la biodiversidad, la naturaleza y con un territorio gestionado con parámetros de sostenibilidad.
En la jornada se trataron otras experiencias de interés, otras intervenciones, otros asuntos, algunos pretendidamente polémicos como el asunto de las “viviendas vacacionales”. Da, desde luego, para mas escritos, anímense.
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