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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

A mis queridas Fiestas Lustrales…

Haridian Marichal

Repique de campanas, chácaras al hombro y lágrimas en los ojos. Llega el momento. La Virgen del Carmen recorre el estrecho pasillo de su ermita en El Ingenio. Bajo su manto la devoción de los fieles y sus promesas. Alrededor, vítores a la patrona de Vallehermoso, tambores en la mano y romances para deleitar este instante tan especial. Ni siquiera un hermoso ramo de flores a sus pies le quita el protagonismo porque todas las miradas están dedicadas a ella.

Llega otro 16 de julio más, el día más esperado de las Fiestas Lustrales. Vallehermoso cumple cinco años después con la tradición y los honores a la patrona. Por delante, kilómetros de música, color y encuentros, muchos encuentros; porque esta celebración se convierte en el centro de las reuniones de las familias y de los amigos, de los pantaneros que regresan para cumplir con sus promesas y de aquellos que en este tiempo han compartido en Vallehermoso la espera. Porque en el pueblo se ha aguardado con impaciencia la llegada del día grande. Y gomeros de diferentes rincones de la isla. Y muchos afincados en otros tantos puntos de Canarias (especialmente en Tenerife), en la Península y en el extranjero (con especial mirada a Venezuela).

Sí, han pasado cinco años ya. Tiempo de experiencias, sueños y proyectos que aterrizan en estas fiestas en forma de petición y agradecimientos. Homenaje especial para los que llegan con todas sus fuerzas dejando atrás los años, los achaques y las dificultades. Reconocimiento para aquellos que no podrán estar y nos dejaron en el camino, desde algún rincón sabemos que velarán porque todo salga bien. Ellos también celebrarán esta fecha.

Poco más de cuarenta y ocho horas por delante de preparativos, emociones, recuerdos y un “corre, corre” que nos recordará que el Barranco de El Ingenio se viste de gala para vivir un momento grande. Desde El Carmen por La Mancha, Banda de Las Rosas, Rosa de Las Piedras, El Cabezo, Los Chapines y el Tanque para llegar hasta el casco de Vallehermoso. Banderillas de colores, descansos hechos por los vecinos y mucha ilusión. El Ingenio tiene una paz especial que se romperá por unas horas con muy buenos argumentos de peso y tras cinco años de espera.

Ya de noche, la Virgen recibirá el bastón de mando en Triana. Será alcaldesa con todos los honores. No faltarán los aplausos y las palabras de agradecimiento. Atrás quedarán el dolor de los pies y el cansancio, lo importante será cumplir. Cada uno con sus motivos y peticiones, más o menos religiosas, pero siempre con buenas intenciones y deseos infinitos.

También desde la distancia muchos viviremos esta Bajada con el corazón en un puño y el horizonte como testigo. Comienza la cuenta atrás para el día grande de las Fiestas Lustrales… ¡Felicidades a todos y a disfrutar!

Repique de campanas, chácaras al hombro y lágrimas en los ojos. Llega el momento. La Virgen del Carmen recorre el estrecho pasillo de su ermita en El Ingenio. Bajo su manto la devoción de los fieles y sus promesas. Alrededor, vítores a la patrona de Vallehermoso, tambores en la mano y romances para deleitar este instante tan especial. Ni siquiera un hermoso ramo de flores a sus pies le quita el protagonismo porque todas las miradas están dedicadas a ella.

Llega otro 16 de julio más, el día más esperado de las Fiestas Lustrales. Vallehermoso cumple cinco años después con la tradición y los honores a la patrona. Por delante, kilómetros de música, color y encuentros, muchos encuentros; porque esta celebración se convierte en el centro de las reuniones de las familias y de los amigos, de los pantaneros que regresan para cumplir con sus promesas y de aquellos que en este tiempo han compartido en Vallehermoso la espera. Porque en el pueblo se ha aguardado con impaciencia la llegada del día grande. Y gomeros de diferentes rincones de la isla. Y muchos afincados en otros tantos puntos de Canarias (especialmente en Tenerife), en la Península y en el extranjero (con especial mirada a Venezuela).