Recientemente, se ha anunciado que el Estado creará reservas marinas en Teno, Anaga y norte de La Gomera. “Aunque aquí en la isla ya algunos anunciaban que en 2011 esta reserva sería una realidad, parece que es ahora cuando desde el Gobierno Central se rescata una idea que puede suponer un revulsivo para La Gomera y para Valle Gran Rey” destaca Guzmán Correa, portavoz y candidato a la alcaldía por la formación.
Para la formación, no sólo se justifica y de forma urgente la creación de una Reserva Marina en el norte de La Gomera, sino que existen potentes argumentos que fundamentan su propuesta para que el órgano de gestión de esta reserva tenga como sede Valle Gran Rey. “Por cercanía, por ser actualmente el núcleo pesquero más importante de la isla y porque la mayor parte de empresas de actividades turísticas en el mar se asientan en este municipio, entendemos que corresponde que el órgano gestor y técnico de la Reserva tenga su sede aquí”, señala Correa.
Para la organización, que se sitúe este órgano en Valle Gran Rey puede reforzar al sector pesquero, promover a vigilancia en las costas desde Vueltas hacia el norte de La Gomera y a la vez dinamizar la economía local vinculada al mar y a la pesca. “Además de las inversiones directas que la implantación de una Reserva conllevaría, se abren muchas posibilidades de desarrollo económico, además de conseguir para la isla la recuperación de la pesca y las garantías de uso sostenido del litoral”, apunta su portavoz.
Para Correa, “esta es una propuesta concreta para que las fuerzas políticas y cargos públicos demuestren su compromiso con el sector pesquero de Valle Gran Rey y con la apuesta decidida que muchas empresas de turismo y entidades están haciendo por la sostenibilidad de las costas de La Gomera y en concreto de este municipio”.
Desde Sí se puede se señala que “Valle Gran Rey es un municipio que nunca ha dado la espalda al mar y que muestra un dinamismo socioeconómico soportado hasta el momento, con insuficientes apoyos por parte de la administración, por las empresas y los habitantes del municipio”.
El establecimiento de una Reserva Marina trata de conseguir la recuperación efectiva de los recursos vivos a través de la declaración de un espacio donde se implantan una serie de medidas de regulación de usos que protegen a la flora y la fauna, así como la integridad de los fondos y otros factores que determinan la calidad ambiental de la zona que los engloba.
Para Guzmán Correa, “la implantación de estas reservas en otras islas ha supuesto un impulso enorme para los núcleos pesqueros y turísticos más próximos ya que no sólo se regulan los usos, sino que también se favorece el desarrollo de actividades que conlleven ingresos complementarios vinculados al turismo, el recreo y la cultura, como pueden ser el buceo deportivo y científico o las visitas con barcos, entre otras”.