El Cabildo mantendrá cerrada la carretera de El Rejo hasta que se garantice la seguridad

El Cabildo de La Gomera ha informado que mantendrá cerrada la vía CV-14 El Rejo hasta que se garantice la seguridad de los usuarios. Los técnicos de la institución insular indican que están valorando el estado que presenta el talud en el que se localizaron los desprendimientos. A continuación aportarán la solución que ofrezca mayores condiciones de seguridad, tanto durante su ejecución, como cuando se abra la carretera.

Los técnicos han elaborado un informe en el que manifiestan que la seguridad debe ser lo primero, aunque entienden las molestias que ocasiona siempre el cierre de una carretera. Hasta ahora no se ha podido limpiar el material desprendido debido a los riesgos que existen. Además, se considera prioritario reducir el peligro de caída de rocas para luego retirar el material desprendido y dejar la vía libre.

Desde la Consejería Insular de Carreteras se han requerido los servicios de empresas especializadas, pero las condiciones meteorológicas de las últimas semanas han imposibilitado el acceso al punto exacto en el que se localizó el desprendimiento. También se descarta la posibilidad de actuar en los taludes a lo largo de la carretera con la colocación de mallas, realización de desmontes o colocación de paneles de cemento. Esta actuación integral causaría más desprendimientos y además se vería afectado el valioso ecosistema existente que destaca por su enorme calidad paisajística, flora y fauna. Por ello, se concluye con que el impacto ecológico que generaría una actuación en todos los márgenes de la carretera, sería “muy significativo”.

La CV-14 es una vía de titularidad insular que une las de interés regional GM-1 que enlaza San Sebastián con Vallehermoso y la GM-2 que hace lo propio con la Villa y Valle Gran Rey. Durante el jueves 20 de noviembre y hasta el lunes 24 de ese mismo mes se produjeron, como mínimo, tres desprendimientos, debido a la inestabilidad existente en la ladera y el mal tiempo. Los derrumbes, además fueron de considerable magnitud e interrumpieron la vía en su totalidad, lo que provocó su inmediato cierre

Los técnicos pudieron comprobar que el desprendimiento procedía de un deslizamiento de ladera situado a unos 50 metros de altura. En un día se procedió a la limpieza de la carretera que quedó operativa el mismo viernes. Sin embargo, el sábado se produjo un nuevo derrumbe en el mismo punto, que de nuevo ocupó todo el ancho de la calzada y provocó el corte de la vía.

Aunque el volumen de material desprendido era inferior al caído anteriormente, se consideró que, dadas las condiciones meteorológicas y la escasa visibilidad, lo más seguro era dejar la vía totalmente cortada hasta que se hiciera una nueva valoración. El lunes se pudo comprobar que se habían producido más desprendimientos y desde entonces se siguen localizando pequeñas caídas de rocas que a causa de la altura generan un riesgo considerable.