Desde Sí se puede se considera que las administraciones gomeras deberían trabajar “en profundidad” en un problema que es de los más importantes para la población y el territorio insular. La acumulación de combustible vegetal en los entornos rurales, y en particular en los palmerales, hacen prioritario tomar medidas audaces que mitiguen el riesgo en el que se encuentran prácticamente todos los núcleos de población de la isla
A pesar de que en la memoria reciente está el devastador fuego de agosto de 2012 y que dentro de pocos días se debe conmemorar el 30º aniversario del incendio de Agando de 1984, de trágico recuerdo para toda la isla, las autoridades de La Gomera siguen sin trabajar profundamente en el problema de los incendios en el medio rural.
“En Alojera se volvieron a repetir escenas que hemos visto y sufrido en otros lugares de la isla: desalojos, improvisación y la lógica angustia de la población que cada vez desconfía más de las administraciones que gestionan la evacuación y la extinción del incendio” señaló Pedro Rodríguez, portavoz de Sí se puede-La Gomera y natural de esta localidad, quien añadió: “Sí hay que agradecer la importante labor llevada tanto por los efectivos de extinción, y destacar el magnífico comportamiento de los vecinos de Alojera ante una situación tan extrema”.
“Si a esto sumamos la escasez de medios y la ausencia de planes de emergencias, estamos cogiendo demasiados boletos para que un día vuelva a repetirse lo acontecido en el incendio de 2012”, explicó Rodríguez, y puntualizó que en Alojera volvieron a ayudar las condiciones climáticas, “pero a poco que estas sean adversas, la catástrofe volverá a estar servida”.
Para la formación ecosocialista la clave para evitar que en el futuro se produzcan acontecimientos como los vividos en 2012 está en el fomento de políticas que incluyan no sólo medidas de prevención, sino de promoción de actividades primarias y aprovechamientos tradicionales o innovadores y de la concienciación y participación ciudadana, todo ello junto a la mejora de los medios y dispositivos de extinción y una adecuada coordinación.
En tal sentido, Pedro Rodríguez ahonda en que la participación ciudadana es clave en este campo y que se debe trabajar para incorporar e implicar a la ciudadanía en la prevención de incendios. “En el caso de Alojera, vemos viable y necesario un proyecto que permita mantener limpios los palmerales, mediante el aprovechamiento de sus residuos vegetales”, puntualizó.
“Los restos de palmera son un excelente material para hacer acolchados y camas para la agricultura y la ganadería y solo habría que recogerlos, triturarlos y ponerlos a disposición de la gente y también se puede estudiar las posibilidades de su valorización energética a través de calderas de biomasa para la producción de electricidad o biogás, iniciativas que pueden ser impulsadas por las administraciones pero que requieren la participación activa de otros sectores, como los guaraperos”, explicó el portavoz de Sí se puede.“
“En este tema vamos a seguir repitiendo hasta la saciedad lo que ya hemos dicho anteriormente: se deben tomar medidas para evitar los incendios en el entorno de los núcleos rurales y, aparte de mantener limpios los cañaverales y palmares, hay que lograr que las Administraciones Públicas se coordinen para promover planes de revitalización agrícolas en esos espacios y crear líneas de defensa constituidas por 'cinturones de seguridad agrícolas' que circunden los núcleos de población y zonas naturales más sensibles, eliminando material combustible”, expusieron desde la organización política de izquierdas.