El ingeniero industrial Óscar Galván, testigo propuesto por la defensa del acusado Miguel Ángel Armas Matallana, reconoció que el restaurante del complejo Stratvs se construyó sin un proyecto de ejecución previo. Además, admitió que él recibió el encargo de diseñar la instalación cuando ya estaba construida con el fin de regularizarla. “Me lo encomendaron poco antes de que se celebrara una vista en la que podía concluirse el cierre de la bodega. Sé que no es lo correcto crear un proyecto sobre algo ya hecho, pero es habitual”, aseveró.
A pesar de que el restaurante ya estaba cerrado en 2013 por orden del Ayuntamiento de Yaiza al haber sido edificado sin autorización, el ingeniero declaró que pudo entrar para tomar fotografías y hacer anotaciones con las que después diseñar el proyecto. “Apuntaba lo que se podía mejorar”, señaló. Sin embargo, una vez elaborado el plan, nunca se le asignó la dirección de la obra ni tuvo constancia de que fueran a llevarse a cabo reformas.
Uno de los delitos que se juzgan en este procedimiento es el cometido contra el medio ambiente por el supuesto vertido de aguas contaminantes al Espacio Natural Protegido de La Geria derivadas de la actividad de la bodega. En esta línea, Óscar Galván también es el autor de un informe sobre el sistema de evacuación de aguas empleado en el complejo. Por ello, el representante del acusado y entonces gerente del Consejo Insular de Aguas de Lanzarote, José Juan Hernández Duchemín, preguntó al ingeniero si su informe concluía el buen estado de las aguas vertidas. “El análisis no era sobre el sistema de tratamiento, sino de evacuación”, matizó.
“Solo quería rehabilitar la casa familiar”
Pilar del Río Sendino, esposa del acusado Miguel Ángel Armas Matallana, también prestó su declaración como testigo este martes. Su nombre figura en la solicitud presentada ante el Gobierno de Canarias para obtener la autorización de reforma de un almacén bodega de 900 metros en La Geria. Una obra que desembocó en la bodega Stratvs. Según Del Río, fue suya la idea de rehabilitar la vivienda familiar, que en el momento estaba abandonada y llena de “basura, piedras y jeringuillas”. Sin embargo, después delegó en su marido y en Juan Francisco Rosa “todo el papeleo”.
Según la testigo, el arquitecto no le informó en ningún momento del proyecto. “Su trabajo no está fiscalizado por mí. Yo en ese momento tenía plena confianza en él y en Rosa”, explicó. Tiempo después de que comenzara a ampliarse Stratvs, Armas y ella percibieron las aspiraciones del empresario y decidieron hacerse a un lado. “Era un proyecto muy lujoso y no tenía el presupuesto para asumirlo”, explicó la testigo.
En la sesión de este martes también declararon los cuatro denunciantes, Ezequiel Navío, Ginés Díaz, Luis Guirao y Mario Alberto Perdomo, así como el fotógrafo del periódico Canarias 7 José Luis Carrasco. El juicio se retomará este miércoles 12 de febrero en el palacio de Justicia de Arrecife.