El paso de la borrasca Filomena por La Palma ha sido beneficioso para la agricultura, donde no se han producido daños destacables en los cultivos y sí, en cambio, importantes beneficios gracias a la lluvia registrada en la pasada semana, que ha llegado a alcanzar los 300 litros por metro cuadrado en algunos puntos de la Isla en el acumulado de los últimos 7 días, y aumentar las reservas de agua para el riego (La Laguna de Barlovento dispone de 2,3 millones de pipas (más 1,1 millones de metros cúbicos de agua), un 67% de su capacidad), se indica en una nota de prensa del Cabildo.
Así lo ha puesto de manifiesto el vicepresidente del Cabildo y consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca, José Adrián Hernández, quien ha puesto el acento en el efecto beneficioso de estas lluvias para el agro insular tras años de intensa sequía que ha padecido La Palma.
Un aporte importante de agua para el riego y, en particular, para los cultivos de secano, como la viña, que “se ha visto muy castigada por la falta de lluvia en los últimos años, sufriendo como consecuencia una caída enorme de la producción, en los que la vendimia ha pasado de 1,3 millones de kilos en 2018 a los 430.000 kilos en 2020”, añade.
Hernández Montoya recalcó que se han registrado importantes precipitaciones en zonas vitivinícolas de La Palma como en la parte alta de Garafía, Puntagorda y Tijarafe, así como en Fuencaliente y Villa de Mazo, “de vital importancia para un cultivo de secano que requiere agua en invierno”.
Además, destacó el impacto positivo que ha tenido la borrasca Filomena sobre el cultivo del almendro, que estaba también sufriendo los efectos de la sequía. Al igual que en las plantas forrajeras para la alimentación del ganado, “lo que, sin duda, repercutirá favorablemente sobre el sector”.
El consejero se refirió también a la repercusión favorable que tiene sobre las abejas, cuya supervivencia se estaba viendo amenazada por la sequía. Muestra de ello, se apunta en la nota, es que el pasado año el Cabildo habilitó una ayuda especial a la ADS Apicultores de La Palma para la adquisición de alimento artificial para las abejas.
Hernández Montoya resaltó la trascendencia de la abeja para el sector primario, dado el valor que supone la polinización de plantas cultivadas y silvestres, sobre todo en frutales, hortícolas y forrajeras, en los que repercute considerablemente la presencia de colmenas en sus proximidades.