Canarias ha iniciado este domingo la administración de la vacuna contra la COVID-19, que ha comenzado en siete residencias de mayores de siete de las ocho islas, en las que se han dispensado 360 dosis entre los residentes y los trabajadores de estos centros, informa el Gobierno regional en un comunicado. La jornada se inició a primera hora de la mañana con la entrega del lote de vacunas a las autoridades sanitarias en el Aeropuerto Tenerife Norte, a donde llegaron el sábado por la tarde trasladadas en un avión del Ejército del Aire procedente de Madrid.
Tres helicópteros del GES, con el apoyo de la Policía Canaria, se han encargado del traslado y distribución del material sanitario durante la mañana del domingo a las restantes islas. En total, en este primer envío se han recibido 400 vacunas.
Tras este primer envío, Canarias recibirá la próxima semana 6.825 dosis de esta vacuna para cada provincia, lo que supone un total de 13.750 dosis para todo el Archipiélago.
La primera vacuna ha sido administrada pasadas las 14:00 horas en el Hospital Nuestra Señora de Los Dolores y, unos minutos después, se ha iniciado en simultáneo la vacunación en las residencias previstas en las restantes islas: en Gran Canaria en el centro sociosanitario El Pino; en Fuerteventura en la Residencia de Mayores Casillas de Ángel; en Lanzarote en la Residencia de Mayores Amavir Haría y Las Cabreras Dr. Domingo Guzmán; en La Palma en los centros de mayores y de discapacitados Nina Jaubert; en La Gomera en el Centro de Mayores Inmaculada Concepción y en el Hierro, en el Centro de Mayores de El Pinar.
La tinerfeña Doria Anatolia Ramos González, de 84 años de edad, ha sido la primera persona en recibir la vacuna contra la COVID-19 en Canarias. En el resto de islas también las primeras en vacunarse han sido todas mujeres. En Gran Canaria, María del Carmen Deniz Marrero, de 73 años de edad; María del Pilar Pérez Hernández, de 81 años en Lanzarote; Francisca Morales Padrón, de 87 años de edad en El Hierro; Carmen Cisnero Pastor, de 95 años de edad en La Palma; Rosario Torres Torres de 67 años de edad en Fuerteventura y, en La Gomera, Margarita Cubas Pineda, de 87 años.
En Tenerife se han vacunado 90 personas y en Gran Canaria se han administrado 25 vacunas. En Fuerteventura han recibido la vacuna 60 personas, mientras que en Lanzarote se ha vacunado a un total de 65 personas. Por su parte, en La Palma se han administrado 60 vacunas, en La Gomera han recibido la dosis 40 personas y en El Hierro hoy se han administrado 20 vacunas.
La vacunación en Canarias ha comenzado este domingo como en el resto de Comunidades Autónomas y para ello se ha dispuesto un operativo conjuntamente con las consejerías de Derechos Sociales y la de Administraciones Públicas, Presidencia y Seguridad que ha permitido que las primeras dosis lleguen a todas las islas de modo que se garantice la accesibilidad a las mismas en todas las áreas de salud y a los grupos de población a los que va dirigida.
En total, se apunta en la nota, se ha administrado la vacuna a 360 residentes y trabajadores sociosanitarios, dando prioridad a la población de mayor vulnerabilidad, para luego continuar hasta completar a todos los usuarios de todos los centros. La vacuna administrada es la de Pzifer, aprobada el pasado lunes por la Agencia Europea del Medicamento (AEM) y de la que Canarias dispondrá de 169.000 dosis hasta marzo.
Primera fase del plan de vacunación
La vacunación, añade, ha comenzado por los sectores de población que deben recibir primero la vacuna contra la COVID-19 según se ha definido en la Estrategia de vacunación frente a COVID-19 en España, que establece el orden de prioridad cronológica de los grupos de población a vacunar. Por tanto, en la primera etapa, se vacunarán los residentes y personal sanitario y sociosanitario que trabaja en residencias de personas mayores y de atención a grandes dependientes.
La primera fase continuará con personal de primera línea en el ámbito sanitario y sociosanitario y personas consideradas como grandes dependientes (grado III de dependencia, es decir, con necesidad de intensas medidas de apoyo) que no estén actualmente institucionalizadas.
La estrategia de vacunación frente a COVID-19, señalal, en España se ha revisado por sociedades científicas y asociaciones de profesionales y de pacientes con activa participación de Canarias en el grupo de trabajo, al formar parte del mismo el jefe de sección de Epidemiología de la Dirección General de Salud Pública, Amós García Rojas, al ser también presidente de la Asociación Española de Vacunología.
Para definir los criterios de los sectores de población a priorizar, indica, la Estrategia ha tenido en cuenta criterios que incluyen el riesgo de exposición, de transmisión y de enfermedad grave, así como el impacto socioeconómico de la pandemia en cada grupo de población. Además, la Estrategia establece los aspectos más importantes sobre la logística, distribución y administración de las vacunas y el seguimiento y evaluación de la vacunación.
Pauta de vacunación
La vacuna, explica, se administra por vía intramuscular en una pauta de 2 dosis separadas 21 días y esta vacuna solo está autorizada para su uso a partir de los 16 años de edad.
Un equipo de 150 enfermeras Servicio Canario de la Salud de todas las islas ha recibido formación específica y será el encargado de vacunar durante la primera fase en los centros sociosanitarios de Canarias. Paulatinamente, se continuará formando en la administración de esta vacuna a todo el personal de Enfermería que habitualmente ya se dedica a la vacunación en Atención Primaria y Especializada.
Importancia de la vacunación
La vacunación se realiza para proteger directamente a cada persona de la enfermedad y también para proteger indirectamente al resto de la población. Al reducir el número de personas que pueden contraen la enfermedad mediante la vacunación, disminuye el número de personas que pueden enfermar. Cuantas más personas se vayan inmunizando, menor probabilidad habrá de que el resto de las personas, en particular las más vulnerables a padecer enfermedad grave, se expongan al virus o al menos a altas cargas víricas. Por eso, es doblemente importante la vacunación, subraya.
Objetivo de la vacunación
El objetivo de la estrategia de vacunación es disminuir la gravedad y la mortalidad de la COVID-19, protegiendo especialmente a aquellos grupos con mayor vulnerabilidad. La reducción de la enfermedad, disminuirá el impacto de la pandemia sobre el sistema asistencial y la economía, agrega.
La vacuna, apunta, cuenta con la autorización de la Unión Europea, siguiendo el procedimiento establecido por la Agencia Europea de Medicamentos por el que se determina si cada vacuna es segura y eficaz para su uso en la población. La seguridad de las vacunas es fundamental para su autorización y se vigilará también estrechamente cuando comience su utilización en la población.
Hay varios mecanismos durante el proceso de autorización para comprobar la seguridad de las vacunas, explica. Como todas las vacunas, añade, las vacunas frente a COVID-19 se han probado en humanos mediante la realización de ensayos clínicos en diferentes fases, incluyendo la utilización de estas vacunas en decenas de miles de personas (fase III). En estos estudios (ensayos clínicos) se identifican los efectos adversos más frecuentes que se presentan durante el tiempo de duración de estos ensayos clínicos.
Una vez que los ensayos clínicos muestran que una vacuna frente a COVID-19 es segura y eficaz, señala, debe someterse además a una evaluación exhaustiva por las Agencias Reguladoras de Medicamentos de diferentes partes del mundo antes de su autorización para su administración. En el caso de la Unión Europea, las vacunas se evalúan en la Agencia Europea de Medicamentos, en la que participa activamente la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios.
Conservación de las medidas preventivas
Hasta que una proporción importante de la población esté vacunada es muy importante que todas las personas, tanto las vacunadas como las no vacunadas, sigan manteniendo las medidas de prevención: Mascarilla, lavado de manos, distancia interpersonal, limitar el número de personas con las que nos relacionamos, elegir siempre que se pueda aire libre o espacios bien ventilados, quedarse en casa si se tienen síntomas, se está esperando el resultado de una prueba diagnóstica o se ha tenido contacto con alguna persona con COVID-19, concluye.