La superficie afectada hasta este miércoles, 13 de octubre, por la colada del volcán de La Palma asciende a 674,5 hectáreas, 34,23 más que el día anterior, aunque su ancho se mantiene (1.770 metros). Así lo ha destacado el director del Plan de Emergencia Volcánica de Canarias (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende, este jueves, cuando dos de los tres brazos de la colada primigenia (una de ellas, la que formó la fajana) parecen haber perdido fuerza. Sin embargo, ha puntualizado el experto en rueda de prensa, la atención está fijada en la otra colada, que está moviéndose dirección oeste-noroeste. Esta lengua tiene dos frentes, “el que ha destrozado el edificio del Spar de La Laguna” y que hasta este jueves tenía una “alta intensidad y bastante recorrido” y, al noroeste de este, el otro frente que atravesó en diagonal la zona industrial del Callejón de la Gata y se deslizó durante la madrugada atravesando el campo de fútbol de La Laguna. Ambos han perdido fuerza tras arrasar varias edificaciones.
Este último apéndice, precisamente, es el que ha obligado a 300 personas a evacuar sus casas entre la noche de ayer y la mañana de este jueves, momento en el que “se ha culminado de evacuar a toda La Laguna en peso”, aunque muchos de los vecinos ya habían abandonado por su cuenta la zona previamente por precaución, agregó Morcuende.
A su vez, esta manga “ha englobado mucho material procedente de edificaciones”, ha perdido mucha fluidez y ha ganado en viscosidad. “Sigue bien alimentada desde atrás, pero le cuesta más moverse”, ha dicho Morcuende.
El dióxido de azufre llega a Tenerife
La calidad del aire en La Palma sigue siendo buena y, en el peor de los casos, añadió el director del Pevolca, “razonablemente buena”. Un dato que adelantó la portavoz del Comité Científico del Pevolca, María José Blanco, quien explicó que este miércoles “se midieron valores bajos de dióxido de azufre en todas las estaciones de la isla”. No obstante, en su comparecencia resaltó un dato que no había pasado antes durante esta emergencia volcánica: “Por primera vez, en el Centro de Investigación Atmosférica de Izaña (Tenerife) se registraron durante la madrugada del día 12 octubre valores muy altos de dióxido de azufre, llegando a valores horarios por encima de los umbrales de saturación de los equipos, que es de 7.500 microgramos por metro cúbico”. El episodio, puntualizó, ha remitido a lo largo de esta mañana.
Por otro lado, esta buena calidad del aire que ha permitido la operatividad del aeropuerto de la isla puede estar amenazada por otro factor en las próximas horas: la llegada de “una advección sahariana”. Esto va a seguir facilitando la operatividad del aeródromo, pero “va a perjudicar la calidad del aire”, resaltaron los dos expertos.
En cuanto a la sismicidad, continúa localizada ligeramente “más al sur del enjambre inicial”, con un número de seísmos algo menor pero de magnitudes algo más elevadas. Blanco nombró el sismo de esta madrugada, de magnitud 4,5, el mayor desde que comenzó la erupción en Cumbre Vieja. Sin embargo, este se produjo a una profundidad de 37 kilómetros, por lo que sigue sin haber peligro, por el momento, de que nazca otro centro emisor.
Edificaciones y cultivos afectados
Según la última actualización de los satélites de monitorización terrestre de Copernicus, ya hay al menos 1.600 edificaciones afectadas. De ellas, 1.548 están completamente destruidas y 86 permanecen bajo riesgo. De acuerdo con el cotejo con el catastro, hay 992 edificaciones destruidas, 809 de uso residencial, 95 agrícolas, 47 de uso industrial, 22 de hostelería y ocio, ocho de uso público y 11 de otros usos.
Morcuende informó de que el número de hectáreas de cultivo destrozadas por la lava asciende a 179,3: 92,97 de plataneras, 50,17 de viñedos y 12,21 de aguacateros.