El artista Gustavo Díaz, que realiza sus piezas bajo la marca Herrumbre vivo, rinde homenaje a la raza de cabra palmera con la elaboración de dos esculturas de cabras que se han instalado en los jardines del Mercadillo del Agricultor de Puntallana.
“El contexto e historia de cada pieza son elementos esenciales que incrementan significativamente su valor. Conocer el origen de los materiales y los oficios relacionados agrega una capa emocional que transforma cada obra en un recordatorio de otros tiempos”, explica.
“Esta conexión histórica no solo enriquece el valor de las esculturas, sino que también les permite verlas como homenaje a una forma de vida que, aunque se desvanece, sigue viva en cada creación de ‘Herrumbre Vivo’”, resalta.
“La reutilización de desechos como un eje central y esencial, el uso de materiales reciclados añade un valor único, resaltando la sostenibilidad y la historia previa de los objetos”, subraya.
“Es una forma de visibilizar la cantidad de residuos que generamos, transmitiendo así un mensaje positivo de reciclaje y cuidado medioambiental”, añade. Además, dice, “las piezas se contextualizan con el lugar y cultura donde se exhiben, especialmente representando oficios y actividades locales”.
“La mayoría de las piezas utilizadas para la creación de estas obras fueron recuperadas del pueblo de Puntallana, donde estas dos cabras han quedado instaladas pastando en los jardines del ‘Mercadillo del Agricultor’ del municipio”.