El presidente del Cabildo, Mariano H. Zapata, en declaraciones a los medios antes de comenzar el acto de entrega del título de Hija Predilecta de La Palma a la humanista Elsa López, manifestó que “es todo un honor que la Corporación que presido pueda entregar este reconocimiento más que merecido, porque es más que una hija para La Palma por todo lo que nos ha dado y nos ha aportado”.
“Elsa López es una persona que le da valor y reconocimiento a la Isla y nos sentimos muy orgullosos que en el día de hoy y después de varios retrasos por la Covid, en el seno del III Festival Hispanoamericano de Escritores, tengamos el honor de reconocer lo que se merece desde hace tiempo”, dijo, y añadió: “Esta escritora y editora, que me honra decir palmera, va a seguir dándonos muchas alegrías”.
En su discurso institucional, el presidente del Cabildo recordó que Elsa nació “en la actual ciudad de Malabo y desde muy niña está unida a nuestra isla. Hablar de Elsa López es hablar de literatura, de poesía, pero también de derechos sociales, de los derechos de la mujer, de defensa de la cultura, de nuestras tradiciones y, cómo no, hablar de Elsa López es hablar de La Palma”.
“Son innumerables los premios y reconocimientos que a lo largo de su vida ha recibido y es también enorme su producción literaria, que sitúan a nuestra homenajeada como uno de los grandes referentes de la literatura contemporánea de nuestro país”, aseguró.
“Elsa López ha logrado algo que es muy complejo conseguir: convertirse en un símbolo para su pueblo, un privilegio reservado para muy pocos, pero que en todos los casos siempre refleja el amor de ese pueblo por aquellos que se convierten en sus referentes”, subrayó.
“Decía Elsa que la literatura es una consecuencia de su amor por la Isla, permítanme que añada hoy que este reconocimiento como Hija Adoptiva es una consecuencia del amor de La Palma por Elsa”, resaltó Zapata.
“África, Granada, Madrid o Córdoba, pero siempre volver a La Palma, aquí encontró desde muy niña el lugar donde crear un lugar en el que conectarse consigo misma para luego plasmar en su poesía y escritos su particular forma de juzgar la realidad”, recordó el presidente.
“Siempre ha llevado en su obra a La Palma, nuestros paisajes, nuestra cultura, nuestras labores, nuestra forma de ser y relacionarnos. Dice Elsa en muchas de sus entrevistas que en La Palma volvió a ser feliz, aquí vino siendo una niña para ser cuidada por su abuela. No es difícil imaginarse a Elsa llegando al Puerto de Santa Cruz de La Palma con los ojos asombrados de una niña que llegaba por primera vez a descubrir un nuevo mundo. Quién le diría que años más tarde esa misma isla la nombraría Hija Adoptiva”, remarcó.
“Ella es el resultado, sin duda, de todas las circunstancias de su vida, de su formación, de los autores que ha leído, de aquella profesora que introdujo en ella el gusto por la literatura, pero es sobre todo el resultado de su vida en El Planto, un lugar que más que eso, para ella es un sentimiento. La Cuesta de El Planto, con su dureza y su belleza, es también paradigma de su propia vida, un lugar en el que aprendió a ensanchar su mente, con el continuo contemplar de la inmensidad del océano desde su ventana, una ventana que como ella misma ha reconocido, la marcó de por vida”, dijo.
“Esa cuesta que hace su vida y su historia en torno a la plaza de la ermita. Elsa tuvo los primeros contactos con mujeres valientes y luchadoras que sacaron adelante en tiempos muy recios a su familia, estoy convencido de que fue allí mismo donde germinó en ella su defensa por los derechos de la mujer. No en vano, desde esa misma plaza puso voz hace unos años al sentimiento de injusticia presente en todos los palmeros y palmeras frente al atroz asesinato de Laura González, porque Elsa en muchas ocasiones a lo largo de su vida ha usado sus letras para poner voz donde un derecho fuera conculcado o una injusticia intentara acallarse”, afirmó.
“También a nosotros, servidores públicos, nos ha recordado muchas veces que no nos podemos perder en el camino en aquellas singularidades que hacen a nuestra isla única en su riqueza natural y cultural”, señaló.
“Su papel como editora también es una muestra evidente de su preocupación por la difusión de la cultura y la promoción de jóvenes talentos como de escritores, quizás no tan conocidos por el gran público, pero cuyas producciones, Elsa ha contribuido a poner en valor a través de Ediciones La Palma”, apuntó.
“Su trabajo por las generaciones venideras lo plasmó durante años en la Fundación Antonio Gala y ahora no es extraño verla compartir inquietudes con generaciones diferentes a la suya en cualquier terraza o plaza de La Palma”, indicó.
“Ha plasmado en sus escritos la realidad de nuestra sociedad, la realidad de esas mujeres rurales garafianas o de esos hombres que tuvieron que partir de nuestra isla para buscar un futuro mejor”.
“El amor y el desamor, la pérdida de los seres queridos o las exigencias de belleza son algunos de los sentimientos que nos evoca Elsa cuando nos acercamos a su obra, esa belleza sin la que, como decía Camus, ningún pueblo puede vivir”.
“Leer a Elsa en estos tiempos de pandemia y división hace que, como decía Carmen Yusani, la palabra y la belleza sean más fuertes que la violencia y el dolor”.
“Amada Elsa es desde hoy Hija Adoptiva de La Palma, pero desde hace ya muchos años, lo es en el sentimiento de muchísimos palmeros que hemos visto en ella a una defensora de nuestra isla y nuestras tradiciones, una humanista comprometida con la sociedad y la cultura”.
“No quiero terminar sin citar a Elsa, que dijo una vez que la poesía era una excusa para disfrutar de la vida. Ojalá, Elsa, la poesía y la literatura sigan siendo una excusa para encontrarnos y disfrutar de ti y de tu obra”, concluyó.