Durante el IV Festival Hispanoamericano de Escritores de 2022, que tendrá lugar en Los Llanos de Aridane entre el 26 de septiembre y el 1 de octubre, además de hablarse, y mucho, sobre literatura mexicana, siendo México el país invitado, habrá tiempo también para otras literaturas. David Toscana, uno de los más importantes novelistas mexicanos de los últimos tiempos, autor de novelas como Olegaroy, La ciudad que el diablo se llevó o Evangelia, entre otras, se encargará de ofrecer unas pinceladas sobre la literatura rusa, en este tiempo en el que nuestras vidas se han visto mediatizadas por la invasión por parte de Rusia a su país vecino, Ucrania. Por otro lado, la artista y mexicanista polaca Sarah Kuźmicz nos acercará a la literatura de Polonia, con sus principales hitos.
Se da la circunstancia de que algunos de los escritores más representativos de lo que consideramos literatura rusa fueron oriundos no de la actual rusia sino de la actual Ucrania, como es el caso de Nicolái Gógol, Anna Ajmatova, Mijaíl Bulgákov o Mijaíl Ahvanetski, bien porque su tiempo fue el del Imperio Ruso, bien porque su tiempo fue el de la URSS. En la literatura polaca, por otro lado, hay casos significativos, como el del autor del Manuscrito encontrado en Zaragoza, Jan Potocki —nacido en Podolia, región entonces polaca posteriormente anexada por Ucrania—, noble que sirvió al zar ruso Alejandro desempeñando el cargo de Dirección de Asuntos Asiáticos del ministerio de Exteriores, un hecho, como otros muchos, que da cuenta de la enorme movilidad de las fronteras y los vínculos, muchas veces por terrible sometimiento, de toda la zona. No es de extrañar que uno de los escritores que mejor desbrozó las características sociales de los primeros años de la Revolución Rusa fuera Joseph Roth, nacido en Brody, ciudad hoy ucraniana y entonces perteneciente al Imperio austrohúngaro.
Estas dos literaturas tan interesantes —la rusa con figuras como Lev Tolstói, Fiódor Dostoyevski y Antón Chéjov, y la polaca con las más recientes WisÅawa Szymborska u Olga Tokarczuk, entre otros muchos por ambas partes— serán el objeto de un acto moderado por la escritora española Bárbara Mingo Costales, autora a su vez de Vilnis, novedad editorial que versa sobre el pintor de Lituania M. K. Cirlionis. Por cierto, fallecido en Varsovia, y sin embargo en tiempo del Imperio ruso.
En otro momento del festival, el novelista, poeta y ensayista de México Alberto Ruy Sánchez se ocupará de dos de sus grandes escritores favoritos: a André Gide y su gran decepción de la Revolución rusa le dedicó su ensayo Tristeza de la verdad: André Gide regresa a Rusia, y su más reciente novela se titula El expediente Anna Ajmatova.
El Festival Hispanoamericano de Escritores, que el año pasado debió ser aplazado debido a la erupción volcánica de La Palma, se encuentra financiado por el Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane, la consejería de Turismo del Cabildo Insular de La Palma y el Gobierno de Canarias, con la colaboración de importantes instituciones como el Instituto Cervantes.