La capacidad creativa del escritor y periodista Ramón Betancor (Santa Cruz de La Palma, 1972) “es realmente tremenda”, ha asegurado LA PALMA AHORA el también escritor Luis León Barreto, quien este viernes, junto a Rosario Valcárcel, ha presentado en la Sociedad Cosmológica de la capital el último libro del creador palmero, ‘Colgados del Suelo’, segunda entrega de la trilogía’ El Reino de los Suelos’. “Tiene una capacidad de imaginación impresionante, una prosa muy viva, escribe como si hiciera un thriller, ese tipo de películas de acción, un thriller, veloz, misterioso”, ha detallado.
Luis León Barreto asegura que la nueva novela de Betancor “está poblada de personajes que son supervivientes de grandes y pequeñas catástrofes, a través de una acción trepidante que genera muchísimas sorpresas”. “Ramón es uno de los grandes autores que se perfilan en los próximos tiempos, con unas novelas muy densas y voluminosas, y puede convertirse de manera respetable en un autor referencia de la novela negra en España”, asegura. “El periodismo es la antesala de la literatura para muchos autores, pero para escribir una novela hay que tener otras capacidades, como la capacidad de fantasía, de ficción, de construir el suspense…”, ha subrayado. El auge de la novela negra en estos tiempos, en opinión de Luis León Barreto, se debe “a la crisis económica, el terrorismo, el paro, la corrupción y todos estos elementos que generan miedo”.
La escritora Rosario Valcárcel considera que ‘Colgados del Suelo’ “no es una novela negra al uso, está escrita de una forma muy particular, trazada como si fuera un diario; es un diario, de hecho, como si el autor nos quisiera contar la historia a través de diversos materiales”. “Es una búsqueda amplia que le lleva a traslados, a viajes, a investigar… para desentrañar la verdad, una verdad que es la narradora, porque es una narradora, que nos conduce por un camino urbano, sincero, profundo, de una forma torrencial, hacia los dramas humanos”. “En ‘Colgados del Suelo encontramos reflexiones de carácter filosófico sobre la vida, el miedo, el dolor, la felicidad, la infelicidad…”, comenta Valcárcel. “Es la segunda entrega de una trilogía que el autor define como una ‘intriga reflexiva’, y está dividida en 50 capítulos, con uno final que medita sobre la vida y la condición humana”, apunta. “Realmente, Ramón sabe usar la palabra, la maneja muy bien; la palabra que une al escritor y a la creación literaria con el tiempo”, precisa.
Ramón Betancor ha relatado a este digital sus inicios en el mundo literario. “Todo comenzó en La Palma. No me remonto a la infancia ni a la adolescencia, que también, sino a lo que de repente, sin haberlo previsto, me convirtió en escritor. Recuerdo que fue en una de esas visitas a casa de mi madre en 2010 y que, por aquel entonces, ya llevaba muchos años viviendo fuera de la Isla. Encendí el ordenador de mi antiguo dormitorio y, sin darme cuenta, una página en blanco se llenó de letras. Unos caracteres que, varios meses después, resultaron ser el primer capítulo de mi primera novela”. Ahí, cuenta, “fue cuando comenzó un recorrido hacia adelante en eso que llaman mundo literario. Presentaciones, firmas, ferias, entrevistas… Pero, sobre todo, ilusión. Ilusión por haberme reencontrado a mí mismo en lo que nunca me había propuesto hacer: escribir”. Ahora, dijo, “con mi segunda novela publicada y una larga lista de presentaciones por delante que finalizará el 18 de junio en Madrid, vuelvo a La Palma para iniciar de nuevo ese camino desde el mismo punto donde comenzó. Y, para mí, eso supone una gran alegría”.
Carlos Lugo, presidente de La Cosmológica, en el acto de presentación de la obra, resaltó que esta sociedad “es un emporio de la cultura que hay que apoyar, es como un jardín que si no se riega, se seca”. Confesó que tenía este viernes “un doble motivo” para estar feliz. “Por un lado, porque se nutre la biblioteca con un nuevo libro, y por otro, porque su autor es mi sobrino”. Emocionado, tuvo palabras de recuerdo para el padre de Ramón Betancor, ya fallecido. “Él nos está viendo desde el cielo, y se sentiría muy orgulloso de estar hoy aquí viendo cómo su hijo rompe moldes en el mundo de la cultura”.