''El autor teatral debe permanecer siempre en un segundo plano''

Antonio Tabares (Santa Cruz de La Palma, 1973), defensor de los textos de teatro “como lectura habitual”, periodista de profesión y dramaturgo en su tiempo libre, ganó en 2011 el XXXVII Premio Iberoamericano de Teatro Tirso de Molina por La punta del iceberg, un original e inquietante thriller que Delirium Teatro llevará a escena los próximos 25 y 26 de octubre en Tacoronte. Convencido de que el autor teatral “no debe ser el protagonista”, se muestra muy satisfecho con la adaptación a las tablas de la compañía tacorontera, encabezada por Severiano García y Soraya del Rosario.

Cabe recordar que esta obra situará al espectador en una empresa multinacional que se ve sacudida por la muerte de tres de sus empleados. Sofía Cuevas, directiva de la compañía, realizará una investigación interna para aclarar lo sucedido y, en sus encuentros con los trabajadores, descubre un ambiente laboral enfermizo.

-¿Cómo surgió la idea para La punta del iceberg?La punta del iceberg

-El origen de la obra parte de una noticia real de tres suicidios en una multinacional en Francia. Esta información me llamó mucho la atención porque era y es un tema que me sugería muchas preguntas, como la de qué puede motivar a una persona para llegar al extremo de quitarse la vida. Seguí investigando y descubrí casos más sangrantes aún, y ello me dio pie a pensar en el deterioro de las relaciones humanas en un entorno de trabajo hostil.

-¿A qué se refiere?

-Me refiero a la idea de que hasta qué punto el ambiente laboral en el que nos movemos puede llegar a influir en las personas, que se tire la toalla y no se busque una salida. Así que estudié el tema de los suicidios y comprobé que tiene posibilidades dramáticas muy interesantes. Y, gracias a un taller de lectura de Ignacio Amestoy en Gran Canaria, empecé a perfilar esta obra hacia 2009. Hace tres años empecé, ha sido un desarrollo lento, pero por mis circunstancias personales no dispongo de mucho tiempo.

-Finalmente envió La punta del iceberg a Madrid a concursar en este certamen internacional donde se presentaron 200 textos más. ¿Cómo surgió esta idea?La punta del iceberg

-Primeramente, lo que me sirve de los premios es que me estimulan para ponerme un plazo de finalización, y eso para mí es más importante que el premio en sí. Además, le das a leer tu obra a una persona completamente ajena y objetiva. Este reconocimiento supone que mi texto es valorado por sí mismo, sin nombres, ni caras, ni influencias. Además, se publicó y ésta es una buena forma de difusión.

-¿Los autores teatrales son los menos conocidos en el mundillo de las tablas?

-Efectivamente, primero, los autores de teatro no tienen tanta fama como los de novelas o cine y, segundo, el dramaturgo está en un segundo plano, y debe ser así. El protagonismo lo deben tener los actores y la historia en general. Al contrario que los actores, la escritura de teatro es un buen oficio para los tímidos, porque a través de los textos canalizas lo que quieres contar, lo que te inquieta y lo que te motiva.

-Su relación con Delirium Teatro es muy larga, han llevado a los escenarios cuatro de sus obras. ¿Cómo comenzó esta implicación?

Viene desde 2004, a través de un amigo actor que trabajó en la obra de Delirium Tic Tac. A raíz de ahí, le dejé a leer a Severiano García La sombra de don Alonso, mi primer texto consistente, me llamó y así empezamos a comentar todo tipo de asuntos teatrales. Más tarde, me encargó La konkista de Canarias, pero antes montaron Canarias (2005), que ya la tenía escrita. Sin duda es una relación fructífera, que continúa hasta hoy, para ambas partes, porque si bien no soy parte de la compañía, mis textos parece que encajan bien con sus preferencias en cada momento. A un autor teatral siempre le gusta ver sus obras representadas, y más al poco tiempo de haberlas escrito.

-Ha tenido la oportunidad de presenciar algunos ensayos. ¿Qué le parece?

Aunque aún está en proceso de creación, tiene los mimbres para ser un buen espectáculo. Me ha gustado sobre todo el gran nivel de los actores. Como autor del texto estoy encantado con la propuesta escénica planteada por Severiano (García) como director, así como con el reparto, del que destaco su gran implicación porque esta obra está sustentada en la palabra. Si de algo estoy satisfecho del texto, es que de lugar a actuaciones en carne viva y que dé pie a que el público se haga muchas preguntas.

-Vive en La Palma. ¿Se siente alejado del mundo en general?

-Escribir La punta del iceberg fue para mí liberador, porque fue la primera pieza obra que escribí íntegramente en La Palma y así pude comprobar que el arte va con uno, y no por estar alejado del mundanal ruido la inspiración va a ser menor. La escritura tiene algo de terapia, me ha ayudado a sobrevivir a la insularidad. La escritura mantiene un vínculo con el resto del mundo, aunque hay que tener en cuenta que es la parte más solitaria del teatro, porque el resto del proceso lleva aparejado un necesario trabajo de equipo.

-Severiano García y Soraya del Rosario hablan de que se trata de una obra arriesgada, entre otros motivos, por estar integrada por varios actores y por la temática que aborda. ¿Qué opina?

-Empresarialmente, les desaconsejé que montaran esta obra, ya que al tener seis actores es una apuesta muy valiente en los tiempos que corren. Pero lo más importante es que mucha gente del público va a verse reflejada o verá situaciones que ha presenciado y, ojalá, tenga éxito.

-¿Qué proyectos de futuro tiene?

-Ahora estoy escribiendo algo menos denso, y sigo leyendo mucho teatro. Además, desde hace dos años llevo la Biblioteca Municipal de Teatro de Santa Cruz de La Palma, situada justo en frente del Teatro Circo de Marte. Se trata de un espacio en el que sólo se encuentran textos teatrales y reivindico la lectura de este tipo de textos al público en general como lectura habitual.